Los alumnos del colegio público María Domínguez de Gallur comenzaron el curso el 10 de septiembre conviviendo con el tramo final de las obras ejecutadas con carácter de urgencia tras el desplome de parte de la fachada del edificio más nuevo y que finalizaron a la semana siguiente.

Así, ante el comienzo de las clases y la obligada convivencia con las obras, el Ayuntamiento de Gallur, la dirección del colegio y el AMPA, además de los padres/madres del alumnado se reunían la tarde de antes del comienzo del curso. La reunión, convocada para informar sobre el proceso de las obras y las medidas de seguridad a adoptar, ratificaba que en el transcurso de las obras se establecían medidas de seguridad adecuadas para garantizar la seguridad de los alumnos: doble vallado del perímetro de las obras y vigilancia extrema por parte del profesorado.

La información y posterior visualización del proceso señalado tranquilizó a los progenitores que el primer día comprobaron cómo los niños accedían a las aulas del edificio afectado por uno de los dos accesos existentes y que de forma interna comunica --sin tener que pasar por la zona afectada por las obras-- los dos edificios "gemelos".

De esta forma, el curso comenzó con normalidad, con la incorporación de nuevos profesores y con las escenas típicas del inicio de esta nueva etapa educativa: lloros, reencuentros, alegría, nervios, mochilas cargadas de material escolar e ilusión por seguir avanzando en la formación de los alumnos.

Hay que recordar que, a mediados del mes de julio, parte de la fachada del conocido como edificio nuevo del Colegio Público María Domínguez se desplomó sin tener que reseñar incidencias. Esta contingencia provocó que desde el Ayuntamiento de Gallur, su alcaldesa, Yolanda Salvatierra (PSOE), solicitase una reunión de urgencia con la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, que posee la titularidad del edificio.

Acompañada por el arquitecto del municipio, esa reunión se produjo el 5 de agosto, acordando la realización urgente de las obras en el menor plazo posible dado el apremiante espacio temporal existente para el comienzo del curso escolar.

De esta manera, las obras fueron adjudicadas por el Gobierno de Aragón a la empresa gallurana José Miguel Belsué Zandundo por importe de 55.173,36 euros.

A pesar de que el plazo final estaba fijado para el 10 de septiembre, estas se demoraron por cuestiones de diversa índole una semana y los trabajos finalizaron el 18 de septiembre.