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Un trazado ferroviario que recorría la vertiente Norte de Algairén

El FF.CC. Cariñena-Ricla, un proyecto olvidado

El FF.CC. Cariñena-Ricla, un proyecto olvidado

Los orígenes del FF.CC en la comarca datan de 1887, cuando la Sociedad Catalana de Crédito, presidida por el ingeniero danés Germán Schierberk, impulsó la creación de un FF.CC de vía métrica entre Cariñena y Zaragoza. Según la documentación facilitada por la Asociación de Amigos del Ferrocarril, en aquella época este modesto ferrocarril resultó ser un auténtico motor económico de la zona, ya que facilitó el transporte de vinos a diferentes lugares de España, transporte que se realizaba hasta la capital aragonesa, desde donde continuaban viaje mediante transbordo al ferrocarril de ancho normal.

Ante el auge que experimentó, la sociedad gestora estudió la creación de un nuevo ferrocarril que, con origen en Cariñena, tuviese enlace con la línea de ancho normalizado Zaragoza-Madrid. El proyecto comenzó a tomar forma cuando la Sociedad Catalana de Crédito encargó en 1895 al ingeniero industrial químico-mecánico Pedro Pella y Forgás la realización de un trazado de ferrocarril económico entre Cariñena y Ricla que recorriera todos los pueblos de la vertiente Norte de la Sierra de Algairén. Las catástrofes agrícolas de 1891 y 1892 a causa de sendos pedriscos que destrozaron la zona retrasaron el proyecto hasta que 1909. Para retomarlo se encargó otro proyecto al ingeniero Antonio Lasierra Purroy, presidente de la Caja de Ahorros de Zaragoza y director de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. En él se contemplaba una línea de ferrocarril de ancho métrico de una longitud de 31´205 kilómetros, que recorría la Sierra de Algairén uniendo Cariñena con Ricla, con estaciones y apeaderos intermedios en Aguarón, Cosuenda, Almonacid, Alpartir y La Almunia. Según las previsiones realizadas por la compañía, el coste estimado ascendía a 2.559.154 pesetas.

Si bien, en 1905 este proyecto fue abandonado nuevamente a causa de la aparición del mildeu y la filoxera, que mermaron notablemente la producción de uva y en consecuencia de la producción de vino en Campo de Cariñena. Sin tiempo para retomar la idea ante la previsible recuperación de la zona, en 1913 el FF.CC de vía métrica Cariñena-Zaragoza fue adquirido en propiedad por la Compañía de Ferrocarril Central de Aragón, que ya contemplaba entre sus actuaciones inmediatas la construcción de una línea en ancho normal entre Caminreal y Zaragoza por Cariñena uniendo directamente Valencia y Teruel con la capital aragonesa sin rodeo por Calatayud (actual ferrocarril) y que utilizaría parte de la infraestructura de aquel ferrocarril para la construcción de una nueva línea, evitando con ello una absurda competencia entre ambos ferrocarriles. Ante la inminente puesta en servicio de esta línea, en la primavera de 1933, el 28 de febrero del mismo año, coincidiendo con martes de carnaval, el pequeño tren realiza su último viaje, terminando con las ilusiones que se habían puesto en convertir Cariñena en un importante nudo ferroviario de vía estrecha y también con la línea hasta Ricla, que quedó en un proyecto.

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