El barranco del Rudero de Longares volvió a bajar con abundante agua el pasado 17 de junio, algo que no ocurría desde hacía bastante tiempo, por lo que muchos vecinos y vecinas se acercaron al mismo para contemplarlo e inmortalizarlo mediante fotografías y vídeos. El motivo fue una tormenta que descargó algo más de 30 litros por metro cuadrado en muy poco tiempo en la zona situada al este del término municipal y que provocó la importante avenida de agua.

Las tormentas fueron abundantes durante todo el mes de junio en Longares y ocasionaron abundantes daños tanto en los cultivos como en los caminos rurales. Por este motivo, desde el consistorio longarino han solicitado las máquinas del Servicio de Recursos Agrarios de la Diputación de Zaragoza para la reparación de los caminos, a la vez que lamentan que durante los últimos años varias comarcas limítrofes, como el Campo de Daroca o Valdejalón, se hayan dado de baja del Consorcio Antigranizo, lo que provoca que la efectividad de la red de estufas antigranizo haya disminuido y las consecuencias de las tormentas de granizo puedan ser más dañinas.