¿Se puede aplicar un modelo urbano ideal en cualquier región o país del mundo? Lamentablemente, no. Y ya no por diferencias estructurales como la tradición, la cultura, el clima o la orografía, sino por problemas coyunturales que se traducen en la imposibilidad de crear entornos prósperos en países pobres. La distancia entre las ciudades del primer mundo y el resto es tan grande que hablar de un modelo único es una utopía en un mundo falsamente globalizado.