Distintas unidades del Ejército en Aragón vienen desarrollando un papel activo en las labores de prevención puestas en marcha para paliar los efectos de la riada. Un total de 700 hombres provistos de numerosos medios técnicos, como lanchas zódiac, excavadoras, ambulancias y vehículos ligeros, se hallan en situación de alerta y han sido desplazados a varios puntos de la ribera del Ebro para participar en las tareas de reforzamiento de las orillas y en la distribución de alimentos.

En concreto, entre el viernes y ayer, estas unidades militares (procedentes de Castillejos II, Pontoneros, Logística, San Gregorio y Artillería Antiaérea) distribuyeron 6.000 sacos terreros y 300 palas entre las localidades de Pradilla de Ebro y Torres de Berrellén. Además, suministraron alimentos a los vecinos del barrio de Alfocea, aislado a consecuencia de la riada al cubrir el agua el puente que comunica el núcleo con la autovía de Logroño. Asimismo, equipos militares han llevado a cabo labores de achique de agua en Pradilla de Ebro.

La participación del Ejército en las actividades de prevención de la riada, siempre a requerimiento de las autoridades civiles, son coordinadas a través de un oficial de enlace presente en el Gabinete de Seguimiento de la Delegación de Gobierno.

Especialmente importante está siendo la ayuda logística, dado que las Fuerzas Armadas han puesto a disposición de los afectados todo tipo de material de campaña diseñado para situaciones de emergencia.