Los dos tramos cuyas obras primero quiere impulsar el Ministerio de Medio Ambiente están en la parte final del trasvase y aprovechan ambos una infraestructura ya existente. Uno de los proyectos está en Murcia y enlazaría el sifón del Segura con el acueducto de Campos del Río. Medirá 6,5 kilómetros, costará cerca de 5 millones de pesetas y tendrá un plazo de ejecución de 12 meses. El otro tramo está en el término municipal de Huércal-Overa, en Almería, y discurriría entre el túnel de El Saltador y el camino del Cerro Minado. De 8 kilómetros de largo y con un tiempo para construirlo de 10 meses, costará 10,7 millones de euros.

Para la ejecución de ambos proyectos se aprovechará el postrasvase Tajo-Segura, un canal ya existente que sólo tendrá que acondicionarse, pero que no exigirá ni grandes obras de movimiento de tierras ni grandes desplazamientos de material para la infraestructura. De hecho, los detractores del trasvase ven en esta elección la confirmación de que la primera piedra de la cesión tiene carácter electoral, puesto que si luego no siguen los trabajos la actuación habría servido igualmente. Y, además, el hecho de empezar en un canal ya existente evita consultas públicas, reclamaciones de afectados o expropiaciones. Esta tramitación ha ´roto´ todos los plazos administrativos habituales y, sobre todo, los de los embalses pendientes en Aragón.