El vicepresidente de la DGA, José Ángel Biel, dedicó ayer buena parte de su intervención en el Debate de Política General --la más política y menos técnica de las que se escucharon-- a reivindicar la posición de su partido como bisagra de carácter centrista. Aunque con matices: "No somos la fuerza auxiliar de nadie", dijo poco antes de señalar que el PAR puede pactar con cualquiera de las dos principales formaciones.

De hecho, recordó que gobernó con el PP y que en 1999 rechazó formar con este partido un Ejecutivo sostenido por una cómoda mayoría absoluta de 38 diputados para articular con el PSOE otro al que le faltaba un escaño para alcanzarla. Y lanzó dos frases que sonaron tanto a recordatorio como a advertencia: "Buscar la exclusión del centro es siempre un error" que "acaba llevando a la oposición" a quien lo comete; y "la estabilidad, como la salud, se aprecia solo cuando se pierde". También rechazó que pueda cuestionarse su influencia en las instituciones, especialmente en la DGA, por su fuerza en votos y escaños: "Si no quieren que gobernemos con el 10%, que nos voten más".

Biel, que destacó "la impronta del PAR" en los proyectos de la DGA y resaltó que Aragón es hoy "la sexta comunidad del octavo país del mundo", glosó el trabajo de los otros tres consejeros de su partido. Y arremetió contra el Ayuntamiento de Zaragoza, a cuya vara de alcalde anunciará si opta en unas semanas.

Así, dijo que "debería ser por lo menos la mitad de eficaz que los municipios de su entorno" para buscar medios de financiación. "Para ser la capital de Aragón basta con ser el municipio más poblado. Para ser importante en España hace falta algo más", dijo. "La ciudad de Zaragoza no necesita una ilusión; necesita un proyecto", añadió.

El vicepresidente de la DGA y presidente del PAR reclamó el compromiso del Gobierno central para mejorar las comunicaciones transpirenaicas como uno de los requisitos imprescindibles para el desarrollo de Aragón. "Francia nos sequirá tomando el pelo" en este asunto, dijo, por lo que "es preciso que el presidente del Gobierno cambie cromos por los pasos fronterizos. Sin ellos, nuestra logística se estrangula".

Biel también fue expeditivo al referirse a otros dos temas que levantan ampollas en la comunidad. Uno es el de los recursos hidráulicos, en el que se mostró diáfanamente partidario de ejecutar nuevas obras de regulación para aprovecharlos. "Mientras el agua sea líquida y fluya hacia abajo, habrá que embalsarla", indicó. Otro es el largo litigio por el retorno del arte sacro de las parroquias oscenses que retiene la diócesis de Lérida en contra de las órdenes del Vaticano. "Que cesen o jubilen al obispo de Lérida --dijo--. No le veo otra solución".

El vicepresidente de la DGA, por último, se mostró partidario de equilibrar el peso de los sectores productivos para obtener mejores desarrollos económicos --"sin sumar lo público y lo privado no se aprende a multiplicar"--, así como de eliminar el Impuesto de Sucesiones, de titularidad autonómica.