Con mucha cautela, dándole un pequeño margen de confianza, pero con reticencias por su "nula experiencia". Así acogió ayer el sector cultural el nombramiento de Dolores Serrat como consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón: "Habrá que esperar a ver cómo es su política. Nos gustaría tener esperanzas, pero el hecho es que hayan colocado a una consejera con un perfil relacionado con Educación y lo que necesitamos es un consejero que sea experto en materias culturales y patrimonio cultural", aseguró Carlos Bitrián, dirigente de Apudepa.

Una línea que siguió también el presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores, José Luis Corral, que señaló que "Serrat, a priori, no tiene ninguna experiencia en Cultura y habrá que ver quiénes serán los directores generales, pero lo que sí debería tener claro es que no se puede bajar el presupuesto en el sector. En tiempos de crisis, para superarla, hay que mantener la inversión en Educación y Cultura". Corral, además, tiene muy claro cuál era el principal problema que debe resolver la nueva consejera: "Tiene que crearse de una vez un plan de coordinación cultural para evitar la discordia entre las diferentes administraciones. No puede haber desentendimiento entre la DPZ, el Ministerio de Cultura, la DGA,...".

El sector escénico tampoco recibió con mucho entusiasmo el nombramiento de Dolores Serrat, aún sin querer entrar en su figura hasta que "empiece a trabajar": "Tiene que defender el presupuesto de Cultura como si fuera su propio sueldo, pero lo más importante es que se coordine con otros departamentos como Industria y Turismo porque tienen que entender que, hoy en día, "los que hacemos cultura somos empresas y autónomos y somos un campo de riqueza y desarrollo", señaló María López-Insausti, gerente de Ares (Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Aragón), como retos de Serrat, y sobre los que estarán muy vigilantes.