La sequía también avanza a pasos acelerados en gran parte de Francia y de Inglaterra. Y las alarmas se han encendido en París y en Londres. En junio, el Gobierno británico declaró oficialmente como zonas de sequía varios condados del Este de Inglaterra, pero la situación ya amenazaba con extenderse tras la primavera más seca de los últimos cien años. Mientras que en Francia, agricultores del Este llevan tiempo sin encontrar forraje con el que alimentar al ganado. En ambos países anunciaron medidas de ayudas, porque esta escasez de precipitaciones puede suponer la ruina para los agricultores que viven del trigo y de los cereales y de parte de los ganaderos. En algunas zonas, han empezado a regar los cultivos de noche para evitar la evaporación que se produce a pleno sol. Pero el verano y el calor está agravando más esta sequía, que amenaza a otros sectores económicos, como las compañías eléctricas y las manufacturas.