En Fuendetodos viven 174 personas y tiene tres restaurantes, cuatro casas rurales, una tienda y una panadería para atender a los 20.000 turistas que recibe cada año. En la localidad más cercana, a escasos siete kilómetros, hay 562 habitantes y no cuentan ni con la mitad de servicios. La razón de este fenómeno reside en una pequeña casa de piedra con los marcos pintados de blanco donde, el 30 de marzo de 1746, nació Franciso de Goya y Lucientes. En torno a su figura se ha creado una marca turística de gran éxito.

Sin embargo el crecimiento experimentado por la localidad se produjo hace menos de una década. "Antes, la casa donde nació se visitaba cuando el alguacil podía y había zonas que se hundían", recuerda Joaquín Gimeno, alcalde de Fuendetodos. En 1988 se decidió adecuar el hogar natal del pintor y un año después se dio con la clave del éxito turístico. "En 1989 abrimos el Museo del Grabado y ese año recibimos a 12.000 turistas", menciona el alcalde.

En ese momento, Fuendetodos descubrió lo que significaba que el autor hubiera nacido en aquella casa de piedra. "El potencial de Goya es infinito y cuando se destapó, se quiso hacer un helipuerto y construir un gran museo, no se daban cuenta de que había que ir paso a paso", reflexiona Gimeno. Y a ello se puso la localidad. Con ingenio, ilusión y paciencia empezaron a generar los servicios base que sustentarán su futuro turístico. "Cuando vimos que a los visitantes les interesaba, buscamos dinero y montamos un hotel y un restaurante".

Esa fue la chispa adecuada que encendió la mecha para que la gente creyése que Fuendetodos podía crecer de la mano del pintor. "El ayuntamiento lideró este crecimiento, porque ningún particular quería arriesgar", indica. Las líneas a seguir se enfocaron en el ámbito cultural y los servicios. El primero estuvo marcado desde el principio por la obra gráfica del máximo exponente mundial del grabado. "Se abrió una sala de exposiciones en el 250 aniversario de su nacimiento y se crearon los talleres de grabado, donde la semana pasada había tres alumnos llegados desde Taiwán", anuncia.

Impulso

El año 2004, cuando comenzó la construcción de los molinos de viento que rodean la localidad, fue el momento de impulsar los servicios que faltaban. "Abrimos dos restaurantes más, aprovechando que cada día comían 200 obreros en Fuendetodos y la gente comenzó a ilusionarse abriendo casas rurales", recuerda.

Con estas mejoras, el municipio fue recibiendo a los visitantes que veían en la localidad no solo a Goya, sino un turismo medioambiental, rural y de descanso. "Cada año, 20.000 personas de media entran en la casa de Goya y el museo, pero hemos logrado atraer por los servicios desarrollados a cicloturistas, moteros y gente que busca el relax del campo".

Para continuar, Fuendetodos se aferra al gran museo que 20 años atrás se veía como un sueño y ahora ya es una realidad. "El nuevo museo lo significa todo. Significa que este pueblo sea importante. Hasta ahora lo hemos sacado adelante a través de la historia y ahora queremos evolucionar", explica el alcalde.

Fuendetodos observa el futuro con ilusión y la ambición de hacer cosas importantes. Convertirse en un ejemplo de crecimiento económico basado en el turismo, sin perder la esencia es el objetivo. Pero, ¿es posible en con 174 habitantes? "Sí, todo es posible en el pueblo de Goya".