El dirigente socialista mantuvo un encuentro con los medios de comunicación en el mismo recinto universitario que había visitado instantes antes y en el que pudo comprobar el funcionamiento del puntero microscopio Titán. Después, departió amigablemente con un grupo de becarios y jóvenes investigadores que le expusieron las condiciones en las que desarrollan su actividad diaria. Casi todas las quejas iban en el mismo sentido: la dificultad de acceder a determinadas becas de formación y posgrado, la precariedad de los salarios que tienen por los complejos proyectos que realizan y los recortes que están sufriendo en unas instalaciones que se inauguraron en el año 2010 y que contaron con fondos regionales europeos. Estas quejas también las trasladaron los responsables universitarios, que pidieron una mayor intervención del Estado.