El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, le quitó importancia a la petición del Partido Popular que pretende debatir en la próxima Comisión Congreso-Senado para que el Tribunal de Cuentas fiscalice el gasto realizado en la línea de la capital aragonesa --al igual que en Parla, Jaén y Vélez-Málaga-- así como los costes de mantenimiento. Tanto es así que llegó a calificar de "simple bobada" la iniciativa emprendida por los conservadores a nivel nacional.

A su juicio, lo que el PP busca con esto es "intentar contrarrestar la evidencia de un éxito al que se ha opuesto rotundamente", a pesar de que, como recordó ayer el primer edil, la línea norte-sur siempre ha estado presente en el Plan de Movilidad Sostenible de la capital aragonesa. "Es una forma de intentar ocupar su espacio, porque hoy decir no al tranvía o tratar de boicotearlo es un error total", añadió el alcalde.

Y es que, para él, el hecho más significativo que ha conseguido el tranvía es conquistar la opinión de los ciudadanos. "No solo hemos ganado la guerra sino que lo hemos hecho de la mejor manera posible que es haciendo que los que eran enemigos ahora sean partidarios", aseguró.

En este sentido, recordó que en los inicios del proyecto la opinión pública estaba más dividida, pero ahora es mayoritaria la que apoya este medio de transporte. Y los datos de la demanda, un 25%, así lo demuestra, aunque para muchos sean datos que el ayuntamiento ha propiciado recortando las alternativas que antes sí ofrecía el autobús y ahora no, forzando los transbordos que nutren de usos al tranvía. Aún así, ayer estaban todos los grupos municipales en la inauguración, incluido el PP.

ENSUCIAR SIN ÉXITO Para Belloch, lo que se trata de provocar ahora es muy similar a lo que llevan intentando hacer con la Expo 2008. "¿Cuántos años llevan intentando ensuciarla y no lo han conseguido?", se preguntó ayer. Entonces el Tribunal de Cuentas denunció irregularidades en la gestión que, poco a poco, han ido aclarándose.

Además, horas antes el vicealcalde Fernando Gimeno subrayó que el Tribunal de Cuentas no tiene competencias para investigar siendo privado el 80% del capital de la sociedad del tranvía y que lo único que podría fiscalizar es si las subvenciones del ayuntamiento y la DGA van destinadas a su fin. Y también subrayó que la obra se ha ejecutado "sin pasarse ni un euro del presupuesto".