Los expertos consideran que el tipo general actual del 30% debe reducirse hasta el 20% en dos etapas. En una primera, hasta el 25%, para después recortarlo hasta el 20%. Consideran que España se encuentra en la banda alta del gravamen de este impuesto puesto que la media en los 27 países de la UE fue del 23,2% en el 2013 y la media de la zona euro, del 25,9%.

En el ámbito de las deducciones, aconsejan la eliminación de una larga lista. Entre ellas, las deducciones fiscales por innovación y desarrollo y desarrollos tecnológicos; por reinversión de beneficios empresariales; por inversiones cinematográficas; por inversiones medioambientales; por reinversión de beneficios extraordinarios; y deducciones por creación de empleo, excepto para trabajadores con discapacidad.

Tampoco están de acuerdo con las deducciones que se aplican a los programas de apoyo a acontecimientos de excepcional interés público.