La zona 5 viene siendo el gran azote del Departamento de Educación en los últimos años. El incremento demográfico en áreas de expansión como Valdespartera, Rosales del Canal o Arcosur y la carencia de equipamientos educativos suficientes para paliar la demanda ha abocado a numerosas familias a salir de su barrio para escolarizar a sus hijos. Algunas, de hecho, apuestan por el éxodo de forma voluntaria "ante la incertidumbre de la escolarización de sus hijos". Así lo advierte Fapar, que critica que la existencia de centros públicos en esta zona es "claramente insuficiente".

A las familias que optan por quedarse y no consiguen una plaza escolar en los colegios de la zona, la Administración "fuerza a desplazarse varios kilómetros", según el colectivo de familias. En esos casos, los centros de la subzona de Romareda o Casablanca son los destinos más habituales.

En este sentido, Fapar alerta de los problemas derivados de este éxodo masivo y que afectan a estos colegios de otros barrios donde Educación habilita aulas adicionales para acoger a los excluidos del sur. Es el caso de colegios como Eliseo Godoy, César Augusto, Cesáreo Alierta o Doctor Azúa. "Esta disposición adicional de clases está suponiendo una distorsión de la capacidad de estos centros, que siendo todos ellos colegios de dos vías están acogiendo tres", criticaron desde la asociación, que alertó de la consiguiente "pérdida importante de espacio para estos centros, ya que no se trata de habilitaciones esporádicas de un único curso escolar, sino que se están repitiendo cada año".

Esta medida también se ha ejecutado este curso, aunque, en esta ocasión, el conflicto en el sur ha alcanzado únicamente a Valdespartera, donde decenas de niños se han quedado fuera de alguno de los dos colegios del barrio y de Montecanal --muy cercano--. La construcción de un nuevo colegio entre Rosales del Canal y Arcosur y la consiguiente disposición de tres aulas puente en Rosales ha supuesto que ningún niño del barrio se quede sin plaza.