Le guste o no la Navidad a uno, pasear por una calle bien iluminada, con una ornamentación actualizada, novedosa y diferente, anima. Ni el frío invernal es capaz de robarle a uno ese paseo navideño entre puestos artesanales, villancicos y calles con luces de todo tipo.

Si por algo destaca una ciudad en estas fechas es por su decoración navideña. Si no que se lo pregunten a Vigo, donde se han instalado nueve millones de lámparas led, casi nada. «Va a ser el ¡no va más!», dice su alcalde, Abel Caballero, que este año ha decidido invertir 825.000 euros en iluminar más de 300 calles, fachadas, mercados municipales y demás instalaciones públicas estarán perfectamente decoradas.

Málaga es otra de esas ciudades de las que se habla, precisamente, por sus luminarias festivas. Son tantas que podrá identificarse desde el espacio, y es que sus calles parecen el escenario de una película navideña made in Hollywood pero con toque flamenco. El consistorio malagueño ha destinado 733.211 para instalar, además, elementos de gran tamaño, con el árbol de la plaza Constitución de más 18 metros de alto y cuyo interior puede visitarse.

Comparaciones

Bilbao también está en boca de muchos con su millón de luces de Navidad, en cambio, en Zaragoza se habla de la iluminación para pedir que haya más.

Si la capital aragonesa se diferencia en algo del resto de capitales en por su belén, con un centenar de figuras y una extensión de mil metros cuadrados. El más grande de España.

Quizá sea de lo único que puede presumir la ciudad porque con los 100.000 euros de inversión poco se puede hacer, así que los zaragozanos tendrán que conformarse con las 1.485 lámparas, los 22.197 motivos navideños que darán luz y color a las calles y los 22 carteles distribuidos por las barrios en los que se felicitan las fiestas.

Como novedad, este año a la calle Don Jaime I le ha tocado el gordo porque estrena ornamentación y todas sus farolas tienen un motivo navideño.

En realidad es un regalo de Reyes anticipado del ayuntamiento zaragozano con el que quiere compensar a unos comerciantes un tanto mosqueados por las obras realizadas en las últimas semanas y que han dejado la calle como una plataforma única.

El año pasado, tras las quejas vecinales, el pleno municipal aprobó aumentar la partida destinada a la decoración navideña de la ciudad, sin embargo, el consistorio ha mantenido la misma inversión de los últimos ejercicios porque, como dijo el concejal de Cultura, Fernando Rivarés, hay otras cosas más importantes, como que la cultura sea accesible a todos también en estas fechas.