Izquierda Unida logró mantener un escaño en las Cortes de Aragón, el que tenía y el que, con los escenarios más pesimistas que algunos le auguraban, muchos habrían firmado. Por eso su candidato y coordinador general en Aragón, Álvaro Sanz, lo calificaba como una «buena noticia» dentro de lo que, apostilló, había sido un «mal resultado». Y es en ese punto en el que hizo más hincapié el lider de la formación a la hora de valorar los resultados, la nueva mayoría de la derecha obliga a reaccionar desde el minuto uno, no sirve con ese match ball salvado en el hemiciclo.

«Es verdad que toca felicitar a la fuerza política más votada, el PSOE, pero el escenario político en el que nos encontramos no es un buen resultado que arroja a las derechas mayoría parlamentaria y por lo tanto hay un mensaje que queremos lanzar: La unidad en la calle y en las instituciones es el único camino y estamos dando ejemplo de ello».

Con estas palabras levantó a la militancia, cariacontecida por los escrutinios, aunque arrojaban tal jarro de agua fría en la capital, Zaragoza -donde participa de la confluencia de ZeC-, que casi sonaba a bálsamo ese único escaño logrado en las Cortes. Y a pesar de que sus 21.483 votos (el 3,33% del total), 7.000 menos que en el 2015 (logró el 4,22%) y es el segundo peor resultado de su historia, en el 2003 obtuvo el 3,04% y 21.521 sufragios.

Sanz quiso agradecer a todos los allí presentedes «el trabajo en la campaña y estos cuatro años». Él tomará el relevo a Patricia Luquin en el Parlamento autonómico y le espera una legislatura igual de exigente o más. Pero apela a la unidad y al trabajo, una y otra vez. «Creo que ese es el ejemplo, es el camino y que queda mucho por hacer, pero aquí sí que podemos hacerlo, tenemos mimbres y vamos a plantar muy fuerte esa izquierda que necesita Aragón y la ciudad». De la mano de un proyecto «claro y nítido» de progreso, de «izquierdas que creemos que es imprescindible y que se ha visto apoyado y refrendado», apostilló.

Solo recordar a los presentes que IU mantiene tras las elecciones la representación parlamentaria, esa «buena noticia» suscitó los aplausos, a los que siguieron gritos de «unidad, unidad, unidad». Las heridas con Podemos se abren aún más tras un resultado que, quizá, juntos habrían sido otros, aunque tal y como estaba la formación morada... «Pondremos encima de la mesa la izquierda, la unidad y la movilización, conexión y el trabajo en la calle, que es en lo que tenemos que estar muy centrados porque estos cuatro años que vienen lo vamos a necesitar», culminó.