La situación en los dos hospitales de referencia de la provincia de Huesca es límite. Lo reflejan las camas ocupadas, los movimientos que se han visto obligados a hacer y las derivaciones de pacientes que no han podido asumir en las últimas semanas. En el caso del hospital de Barbastro ya van «diez en los últimos quince días». En el de San Jorge de Huesca, «ocho en el último mes». Se trata de una situación que denota saturación y ambos se apoyan en el Miguel Servet de Zaragoza, que tampoco anda sobrado. Ambos centros se asoman peligrosamente al abismo del colapso hospitalario y el pronóstico invita a tomárselo en serio a poco más de un mes del habitual pico de la gripe en invierno, que suele darse cada año a finales de diciembre o principios de enero. Sus circunstancias ahora se asemejan a ese escenario ya por los casos del covid-19.

«La gente debería entender que el covid no es la única enfermedad y que hay que comprometerse todos para frenar al virus porque de seguir así llegará un momento que no habrá camas para atenderles. Eso es lo realmente grave, no solo los contagios», explica Elena Castellar, directora del hospital de Barbastro. Las consecuencias de esta saturación pasan por la obligación de habilitar nuevos espacios «en la zona de quirófanos de cirugía mayor ambulatoria o en la del gimnasio» para poner más camas, o en la necesidad de «trasladar el hospital de día a consultas externas (ya en verano) para acondicionar este espacio para urgencias». «La enfermedad no espera», recuerda. Aún así, se mantienen las intervenciones quirúrgicas más urgentes y para casos oncológicos. Las de menor importancia que requieren hospitalización se aplazan.

Así se llega a la situación actual: 11 personas en la uci, con y sin covid, cuando lo habitual es que sean 6, y otras 160 en planta, 90 con el virus y casi 70 con otras patologías. «Vamos a llegar a este paso con todo lleno al pico de la gripe como no se frenen los contagios», augura Castellar.

La foto fija en el San Jorge sigue la misma estela aunque ese lleno aún no ha llegado, están «al 80% de ocupación» de sus 250 camas disponibles, es decir, casi 200 con pacientes, de las cuales hay 80 con covid, 71 en planta (en la cuarta y la quinta) y 9 en uci, para los que aún quedan dos disponibles de momomento. El Jefe del Servicio de Medicina Interna del hospital universitario, Juan Blas Pérez, asegura que «las urgencias ya ampliaron su espacio con una zona no covid en la primera planta del área de Rehabilitación, que se trasladó al hospital Sagrado Corazón de Jesús», y en la zona de la uci se han habilitado «entre 10 y 15 boxes más» en el espacio de la cirugía mayor ambulatoria». De ellos, 11 son para pacientes más críticos con el virus. Y se reservan la posibilidad de «habilitar quirófanos» para ampliar la capacidad. Una baza que ha permitido ganar camas uci en algunos de los que ya se han usado aunque, añade, «toda la cirugía urgente y oncológica se ha mantenido», además de las operaciones que no requieren de ingreso en el hospital.

En ambos hospitales, por otra parte, han tenido que movilizar sanitarios desde otros servicios para reforzar al personal de urgencias y de Medicina Interna e Intensiva. En el último mes, tanto en Barbastro como en Huesca se han reforzado con anestesistas y profesionales de especialidades (como Neumología en el San Jorge) que la atención a los casos covid. En Barbastro son unos 900 profesionales a diario y ya se ha reclutado personal médico y de enfermería, y algunos ya «están doblando turnos».