Pedro Blasco y su hermana Isabel van a pasar una larga temporada en la cárcel después de asesinar y emparedar a su madre en Pozondón. La Audiencia Provincial de Teruel ha impuesto 16 años y medio de prisión al hijo y otros ocho años y medio a la hija por el delito de asesinato y por defraudar a la Seguridad Social. El plan no solo fue acabar con la vida de Ángela, que ahora tendría 91 años, sino seguir cobrando su pensión. En el juicio reconocieron los hechos.

Ángela padecía ceguera, alzhéimer y tenía movilidad limitada, precisando constante atención y ayuda por parte de sus hijos, siendo Isabel la que se encargaba habitualmente de sus cuidados. A la vista de que en los últimos meses el trabajo de cuidado de Ángela se había hecho más penoso y las molestias permanentes, el acusado decidió que lo mejor sería acabar con la vida de su madre, comentándoselo a su hermana Isabel.

El día 3 de marzo de 2017, Ángela pasó toda la tarde especialmente alterada, teniendo que darle cuatro pastillas de dormidina para que pudiera dormirse, cosa que hizo sobre las 22.00 horas. A las 23.15 comenzó nuevamente a gritar y reclamar atención, poniéndose Pedro e Isabel muy nerviosos y exaltados ya que su madre no se callaba y Pedro, preso de su estado, le dijo a su hermana que “iba a hacerlo” para lo cual subió a la habitación donde dormía su madre y le puso la almohada en la cara hasta que dejó de respirar, causándole de esta forma la muerte sin que Ángela pudiera ejercer defensa alguna fruto de su estado.

Isabel conocía la intención de su hermano, pero decidió permanecer en la planta baja de la vivienda hasta que fue avisada por su hermano de que ya estaba todo hecho y que subiera para ayudarle a esconder el cuerpo de la finada en el armario de la habitación. Días después intentaron quemar el cuerpo, sin conseguirlo ante el riesgo de incendiar la vivienda, por lo que decidieron sellar el armario con cemento.

Los acusados no comunicaron a la Seguridad Social el fallecimiento de su madre, recibiendo mensualmente su pensión en la cuenta de Bankia que la finada tenía con Pedro. Tras gestiones de la Guardia Civil, el día 19 de junio del 2019 los acusados reconocen que su madre se encuentra muerta y su cuerpo en un armario de la habitación donde duerme Pedro.

Desde marzo del 2017 hasta el mes de junio de 2019 la Seguridad Social desembolsó en concepto de pensiones la suma de 30.755,67 que fue recibida indebidamente por los acusados. La entidad Bankia tuvo que devolver al Estado esa cantidad.

Los acusados se encuentran en prisión provisional desde el 21 de junio de 2019.