Medio siglo formando a miles de profesionales del sector agropecuario de Aragón y, desde hace unos años, también de la jardinería y la agroalimentación. Es la carta de presentación del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) Movera, ubicado en el barrio rural del mismo nombre de la capital aragonesa, que ha cumplido este curso el 50 aniversario de su creación. Para celebrarlo, ayer tuvo lugar una jornada de actividades donde se puso en valor la relación que mantiene con el mundo empresarial, una de las claves de su éxito. No en vano, goza de un índice de inserción laboral de entre el 70% y el 75% en el primer año tras la finalización de los estudios.

El centro fue fundado en el año 1968, bajo la denominación de Escuela de Capacitación Agraria, por el Ministerio de Agricultura y la Diputación Provincial de Zaragoza, que cedió una finca agrícola para la realización de prácticas del alumnado. Actualmente pertenece al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón y cuenta con 430 alumnos repartidos en diez ciclos formativos de grado básico, medio y superior.

«En todos estos años hemos ido evolucionando y adaptando nuestra oferta de formación porque la agricultura de hace 50 años nada tiene que ver con la de ahora», explicó a este diario la directora del CPIFP Movera, Marta Rivas, quien destacó la contribución que este centro ha tenido para el desarrollo del medio rural.

Reconocimiento al CITA

La jornada conmemorativa contó con una feria de empleo en la que participaron 20 empresas colaboradoras y varias conferencias y ponencias sobre paisajismo, microinjertos, composición floral o la detección de antibióticos en productos cárnicos. También se entregaron dos placas en agradecimiento a su colaboración de la empresa Panishop y al Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA).

El encuentro contó con la participación del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, y el director del CITA, José Antonio Domínguez. El primero destacó que el perfil formativo idóneo que más valor la DGA para la concesión de ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores es la FP «por encima de cualquier otra, incluida la universitaria. «La supervivencia del modelo familiar de agricultura -incidió-, que es esencial para la lucha contra la despoblación y la supervivencia de nuestro mundo rural, también depende de que los agricultores cuenten con la formación adecuada».

En concreto, en Movera se pueden estudiar, de la rama agraria, tres ciclos de grado medio de producción agropecuaria, aprovechamiento y conservación del medio natural y jardinería y floristería. También se imparten dos ciclos de grado superior de gestión forestal y del medio natural y de paisajismo y medio rural. En el caso de la industria alimentaria, cuenta con dos ciclos de grado medio de panadería, repostería y confitería y de elaboración de productos alimenticios, así como un grado superior de procesos y calidad alimentaria.

Por último, el centro ofrece FP básica de agro-jardinería y composiciones florales, además de prestar formación para desempleados, con tres certificados de profesionalidad sobre control de plagas, mantenimiento de jardines y zonas verdes y carnicería y elaboración de productos cárnicos.