El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido recibió a lo largo del año 2003 la visita de 622.000 turistas, cifra similar a la del año anterior (619.000) y ajustada a los criterios establecidos por el equipo director del territorio protegido para evitar afecciones a su entorno natural.

Las estadísticas de afluencia a Ordesa revelan que más de las visitas contabilizadas, alrededor de 325.000, se concentraron entre los meses de junio y agosto, pero ponen de manifiesto una cierta tendencia del turismo a aumentar su presencia en el parque en otras temporadas del año.

Así, los meses de abril, mayo y septiembre, con 62.450, 46.400 y 58.000 personas contabilizadas, se situaron muy por debajo de julio (106.250) y agosto (153.000), pero cerca de un mes turístico por excelencia como junio (66.000).

El estudio realizado pone en evidencia, además, que del número total de visitantes que se desplazaron el año pasado hasta el parque, 217.500 optaron por el denominado sector Ordesa, frente a los sectores de Pineta (200.300), Añisclo (157.000) y Escuaín (44.150).

Además, el método de regulación del número de visitas mediante el sistema lanzadera , una línea de autobuses entre Torla y la Pradera de Ordesa, favoreció la entrada controlada en el Parque de más de 100.000 personas entre principios de julio y mediados de octubre.

ALTERNATIVAS El director del parque, Luis Marquina, valoró el desarrollo de las visitas turísticas durante el año pasado, así como la progresiva tendencia del turismo a lo largo de las últimas temporadas a la desestacionalización y a la búsqueda de fechas alternativas al verano para desplazarse a la zona.

El responsable del entorno protegido destacó el "buen funcionamiento" durante el verano de los sistemas de acceso controlado a los sectores de Ordesa y Añisclo y la respuesta positiva del turista a las restricciones establecidas.

Marquina calificó de "normales" las cifras totales de visitantes, pero admitió de que en agosto se producía una concentración "excesiva" de personas en el parque.