La nueva normalidad ya no existe en Aragón. Lo advirtió el viernes pasado el director general de Salud Pública de la DGA, Francisco Javier Falo, y su afirmación, lejos de ser una quimera, se materializó ayer con la aprobación de un decreto ley que (esta vez sí) da cobertura legal y competencias al Ejecutivo autonómico para aplicar medidas restrictivas con las que frenar la expansión del coronavirus.

La situación epidemiológica es tal que, de acuerdo a este documento ya publicado en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), la comunidad ha pasado inmediatamente a estar inmersa bajo los criterios de un nivel 2 de alerta (el decreto establece tres) y con sus tres capitales de provincia al borde del confinamiento perimetral debido a sus malas cifras. Una medida que podría aplicarse la próxima semana (sobre todo en Zaragoza) si los casos no revierten.

«La situación de Zaragoza no es buena», reconoció la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés. En la capital aragonesa la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 465 casos por 100.000 habitantes (el parámetro común para todos los municipios de Aragón es de 500 por cada 100.000 habitantes), mientras que la tasa de positividad es de alrededor del 19% (el límite es un 10%) y la ocupación de las ucis es de un 40% (el umbral es el 35%).

«Por las características de los contagios y su localización el pequeño repunte de casos que tiene lugar puede estar vinculado al puente del Pilar y a las fechas en las que se deberían haber celebrado las fiestas», dijo. «Si no se contienen los contagios, a partir de la semana que viene tendremos que plantearnos otras medidas».

En las ciudades de Huesca y de Teruel, donde se tendrían en cuenta los 500 casos por 100.000 habitantes y otras características como tendencia, rapidez en el crecimiento de la curva, densidad de población o agrupación de los casos, podría darse también el confinamiento. Actualmente, ambas localidades tienen incidencias acumuladas próximas a los 500 casos por 100.000 habitantes, y su tendencia de casos continúa al alza. De hecho, ambas llevaban más de una semana en fase 2.

HOSTELERÍA Y ÁFOROS / La fotografía no deja lugar a dudas de que la transmisión es comunitaria en prácticamente todo el territorio y, más allá de las tasas de positividad (que son muy elevadas), en las ucis, donde se libra la peor batalla, ha habido un repunte de ingresos que también ha obligado a los hospitales a poner en marcha sus planes de contingencia para ampliar camas.

El dato global arroja que Aragón, en los últimos 14 días, acumula 505 casos por 100.000 habitantes, que se suman a un 40% de ocupación en uci y una positividad del 19%. En las últimas 24 horas, se han notificado casi 500 casos nuevos de coronavirus. Toda esta situación (y tras los reveses judiciales del TSJA) ha llevado a la DGA_a dotarse de un mecanismo factible (el decreto ley) con el que no tener que depender de nadie para tomar decisiones «inmediatas» en función de la circunstancia sanitaria. «No nos podemos permitir el lujo de demorar medidas», reconoció Repollés. «Los cambios normativos eran de imperiosa necesidad. Hubiera sido imperdobale no utilizarlos. Respetamos y no cuestionamos las decisiones del poder judicial porque la norma no estaba preparada para situaciones así», dijo la consejera de Presidencia, Mayte Pérez.

El decreto ley establece dos líneas de actuación: niveles de alerta y confinamientos perimetrales en función de la población. Ambas cuestiones no son dependientes entre sí. Es decir, no tiene que cumplirse un nivel concreto para decretar un confinamiento o viceversa.

Con el escenario actual, Aragón queda supeditado a un nivel de alerta 2 que decreta que los agrupamientos no podrán ser de más de seis personas, mientras que en los establecimientos de hostelería, restauración y de juegos y apuestas el horario de funcionamiento no podrá exceder de las 23:00 horas. En ellos, además, el aforo permitido será del 50% y siempre en mesa. Es decir, el uso de barras está prohibido.

En el transporte público regular, todos los ocupantes deberán ir sentados y se podrán ocupar la mitad de los asientos disponibles, mientras que en el ámbito urbano esta ocupación será del 75%. En los restaurantes no podrá haber celebraciones de más de 20 personas en el interior y las 35 en el exterior. En los entierros y velatorios el aforo será de 25 personas en espacios abiertos y 15 en cerrados. Asimismo la asistencia a lugares de culto no podrá superar el 50% de su capacidad, mismo porcentaje que en hipermercados; medias y grandes superficies; autoescuelas y centros de enseñanza; bibliotecas; centros deportivos; o cines.

CONFINAMIENTOS / Las medias son más laxas en el nivel 1 (aforos del 75%, por ejemplo), mientras que se endurecen en el nivel 3, el más estricto. En este los aforos serán del 25% y los bates y restaurantes deberán cerrar a las 22.00 horas.

En el caso de los confinamientos perimetrales, el decreto establece tres grupos de municipios: mayores de 100.000 habitantes (donde solo estaría Zaragoza); de entre 10.000 y 100.000 habitantes; y el resto. El parámetro común a todos ellos será tener una incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días superior a 500 por cada 100.000 habitantes. En la capital, además, se tendrá en cuenta una tasa de positividad superior al 10% y la ocupación de ucis por encima del 35%.

Los confinamientos (por un periodo máximo de 30 días) podrán ser tanto de localidades como de comarca o zona de salud. De momento, el confinamiento de Aragón al completo no se baraja, algo que sí anunció este lunes la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, donde al cierre perimetral se unirá el de la hostelería a partir de este juevesNavarraal cierre perimetral se unirá el de la hostelería a partir de este jueves. Aragón mantiene lazos comerciales, laborales y sociales con la comunidad foral y el confinamiento de Navarra puede ser la antesala de lo que ocurra en otros territorios en los próximos días.

La situación en las ucis obliga a habilitar nuevos espacios en los hospitales

La ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales de Aragón ha repuntado en los últimos días (actualmente hay 74 pacientes) y la situación «preocupa», tal y como reconoció ayer la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés. El incremento de la presión asistencial ha obligado a los centros a habilitar nuevos espacios en los que poder «reabrir» unidades específicas de intensivos. «Son espacios reservados en los mismos hospitales y que son destinados habitualmente a reanimación de pacientes o áreas semiquirúrgicas. Podemos convertirlos en ucis porque tenemos la tecnología y el personal ha realizado unos cursos intensivos de formación que les han habilitado para realizar funciones de intensivistas», explicó Repollés. Por otro lado, la carpa militar de triaje para las urgencias del Clínico está disponible «para cuando sea necesario», lo mismo que el hospital de campaña con 400 camas de la Feria de Zaragoza.

El decreto ley es la fórmula elegida tras los reveses del TSJA

El decreto ley por el que ha optado el Gobierno de Aragón, que ya fue presentado este lunes a los grupos parlamentarios de las Cortes, es la herramienta legal que permitirá a la DGA tomar las medidas que considere oportunas en función de la situación epidemiológica y de las «competencias que le confiere el Estatuto de Autonomía», recordó la consejera de Presidencia, Mayte Pérez. Tras los reveses judiciales del TSJA_que tumbaron los confinamientos de Andorra y La Almunia de Doña Godina, y también los horarios de cierre en la hostelería, del decreto ley permitirá «respuestas eficaces, seguras e inmediatas».