El alcalde de Manchones, Jesús Pardillos, ha sido condenado a nueve años de inhabilitación para empleo y cargo público y al abono de una indemnización de 136.614 euros como autor de un delito continuado de prevaricación administrativa. Una sentencia de la Audiencia de Zaragoza establece que el regidor cometió una serie de irregularidades en la tramitación de los plenos en los que, en el 2008, se denegó permiso de ampliación a una granja de pollos alegando que no cumplía la distancia mínima respecto de las casas del pueblo.

Sin embargo, el fallo absuelve a Pardillos de las acusaciones de tráfico de influencias y de falsedad en documento oficial. Su abogado, el letrado Santiago Palazón, anunció ayer que recurrirá la sentencia y se mostró "bastante satisfecho" por el hecho de que el alcalde no haya sido condenado a penas de cárcel, como solicitaban la fiscala y el acusador particular, Miguel Ángel Lanaspa, que habían solicitado seis y ocho años de prisión, respectivamente.

La misma resolución absuelve al teniente de alcalde de la corporación, Florentín Hernández, y al secretario de la misma, Jesús Javier Ayala, que estaban acusados de prevaricación, falsedad (solo el segundo). Fueron defendidos por los letrados Julián Carmona y José Manuel Marraco.

El pleito había sido instado por la familia Badules, que alegaba que el alcalde, por "enemistad" hacia ellos, les había puesto trabas continuamente para evitar la ampliación de su granja. Lanaspa hizo valer en el juicio, celebrado a finales de mayo, que la familia Badules había recibido el visto bueno del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). Pardillos, por su parte, argumentó que solo había actuado "en beneficio" de su pueblo, pues consideraba que la granja se hallaba muy cerda de la zona habitada del municipio y representaba un problema por las molestias inherentes a ese tipo de instalaciones.