Un sol radiante iluminó ayer los últimos actos de la Semana Santa 2004 en la capital aragonesa. El Encuentro Glorioso escenificado por la hermandad de los Agustinos en la plaza del Pilar puso fin a la ingente lista de actos que vecinos y foráneos han vivido con gran fervor a lo largo de la semana. La emoción presidió en el centro neurálgico de la ciudad el reencuentro de la Virgen con Cristo resucitado en una mañana en la que de nuevo el público tuvo una espléndida respuesta. Los componentes de la cofradía del colegio Agustinos hicieron el recorrido con la cabeza descubierta como símbolo de la alegría de la resurreción.

Concluida la última de las 54 procesiones que se ha vivido a lo largo de ocho días en la capital aragonesa, el máximo responsable de la hermandad de cofradías, Pedro José Hernández Navascués, manifestó su enorme satisfacción por cómo se habían desarrollado todos los actos. "Es indudable que la Semana Santa de Zaragoza va a más, vista desde todos los frentes, desde la participación de cofrades hasta la respuesta de los ciudadanos, que acuden con devoción y entusiasmo a presenciar las procesiones", comentó Hernández, que a sus 63 años lleva 52 participando activamente en la Semana Santa de la capital aragonesa.

SIN LLUVIA Hernández Navascués, que durante años fue Hermano Mayor de la cofradía de Las Siete Palabras --ahora es Hermano Mayor de Honor--, confesó que en varias ocasiones a lo largo de los últimos ocho días la lluvia ha supuesto una seria amenaza. "Para nosotros que no llueva es vital y por momentos, nos temimos lo peor. Sin embargo, al final todo salió según lo previsto, ya que todo quedó en pequeñas amenazas". El frío, eso sí, no ha faltado a la cita tampoco este año, aunque en este caso las procesiones nunca se ven alteradas.

El máximo responsable de la hermandad de cofradías, un total de 23 en Zaragoza, destacó la participación ciudadana y el respeto y la devoción que los cofrades encuentran a su paso. "La verdad es que nos podemos sentir muy orgullosos de la Semana Santa de Zaragoza, tanto por el comportamiento de las cofradías como de la gente que presencia su paso. No me extraña que cada vez tenga más repercusión y sea más conocida fuera de Aragón. Es una enorme satisfacción".

Los cálculos que manejan en la junta de cofradías apuntan a que el número de hermanos supera los 15.000 en la capital de Aragón. El número de cofrades aumenta de forma sostenida cada año, con un porcentaje del 2,5%. "Es muy bonito comprobar que cada vez hay más gente joven que quiere participar y vivir la Semana Santa de Zaragoza".

Tamores, bombos, pasos, terceroles y demás símbolos descansan ya en espera de una nueva edición de la Semana Santa de la capital aragonesa, "que cada vez tiene más prestigio a nivel nacional", como apunta Hernández Navascués.