La Comisión de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza ha dado luz verde hoy a las ordenanzas fiscales para el 2018, para las que el Gobierno de ZeC llegó a un acuerdo con PSOE y CHA y que incluyen congelar o bajar el IBI residencial.

Las ordenanzas municipales, que todavía deben ser aprobadas en Pleno, contemplan también la bajada del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) entre un 1,5 y un 4 % a las pequeñas y medianas oficinas y a la mayoría de los comercios, los de un valor catastral menor a un millón de euros.

Sin embargo, para compensar la reducción de ingresos en este ámbito, se ha pactado incrementar el IBI en las empresas con edificios valorados en más de un millón de euros.

Esta propuesta pactada ha encontrado oposición en algunos puntos por parte del Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), que han presentado votos particulares orientados, entre otros puntos, a no incrementar el IBI a las grandes empresas e inmuebles (como el uso almacén) y que han sido, en su mayoría, tumbados por la alianza de ZeC, PSOE y CHA.

Mientras, el consejero ha celebrado que "por tercer año consecutivo" en el mandato de Zaragoza en Común (ZeC) el Gobierno ha congelado tasas e impuestos.

"Bajamos o congelamos el IBI al 99 % de la población y se lo subimos entre un 4 % y un 7 % a solo 1.111 inmuebles, que corresponde a poco más de 200 empresas", ha dicho Rivarés, quien ha considerado que "no es una gran subida" para las empresas que poseen estos inmuebles de más de un millón de euros de valor catastral.

En las ordenanzas se propone además aumentar hasta el 95 % la bonificación para herencias de vivienda habitual y negocios familiares con un valor catastral de hasta 150.000 euros (actualmente esa reducción se aplicaba sólo a inmuebles de hasta 100.00 euros).

En otro orden de cosas, la propuesta suspende la plusvalía para todos los casos en los que se demuestre que se ha producido una disminución del valor del inmueble, lo que ya se aplica cuando la persona presenta una reclamación por la plusvalía liquidada.

Desde el Partido Socialista, Carlos Pérez Anadón ha celebrado este acuerdo de ordenanzas "totalmente satisfactorias" ya que responden a la progresividad fiscal con un "punto fundamental" que es el de "no poner en peligro el sistema productivo de la ciudad".

Para el portavoz de CHA, Carmelo Asensio, estas ordenanzas municipales tienen un factor común, la "justicia social", en un avance hacia el "equilibrio fiscal".

Desde la oposición, el PP ha reprochado a los grupos municipales que han apoyado las ordenanzas que "no era necesario subir la recaudación este año 2018".

Por ello, la concejala María Navarro ha pedido que se quite el nuevo "uso almacén" que consideran que gravará también a propietarios de garajes particulares, así como la bonificación para herencias de vivienda habitual y negocios sin límite de valor catastral.

Y en cuanto a la subida del IBI a las empresas con inmuebles valorados en más de un millón de euros, ha considerado que este alto valor catastral no tiene que estar ligado a unas buenas cuentas de ingresos de estas compañías.

Desde Ciudadanos, su portavoz Sara Fernández ha sido también especialmente crítica con el IBI diferenciado para estos grandes inmuebles, al considerar que "su IBI ya sube por el catastrazo" (en referencia a la revisión catastral que aprobó el Gobierno de España en 2013) y que esta subida en el impuesto no ayuda convertir Zaragoza en una "ciudad atractiva para inversores y empresas".

Sus votos particulares incluían una bajada del IBI residencial hasta el 0,4525- superior a la propuesta de ZeC, PSOE y CHA- o el aumento de las bonificaciones a plusvalía, que no han obtenido suficientes apoyos.

En todo caso, sí que ha salido adelante el voto particular de Cs, para establecer exenciones en la fianza exigida para el reparto manual e individualizado de octavillas, pasquines, objetos o muestras de forma gratuita.