Son alrededor de 250 piezas. Candados, llaves, picaportes, cerrojos y clavos de puertas que datan de principios del siglo XIX y de mediados del XX. Rafael Gómez Nuño ha pasado parte de sus últimos años coleccionando piezas de herrería y realizando originales figuras con nueces. Rafael Gómez Nuño, un agricultor jubilado, comenzó a coleccionar estas piezas hace unos años, conforme iba depositando casi por casualidad algunos de estos herrajes en un cajón.

Cuando quiso darse cuenta tenía ya algunas decenas de llaves, cerrojos y picaportes con los que comenzó su acopio. Muchas de estas piezas tuvo que limpiarlas de hollín y pulirlas en el tornillo con el taladro. Después ha barnizado las piezas para que no volvieran a oxidarse. Algunas de estas limpiezas le han deparado curiosas sorpresas como grabados que antes eran completamente invisibles.

Trueque

A partir de ahí, comenzó a requerir a sus amistades aquellas piezas que iban a tirar cuando se deshacían de alguna puerta. Por ejemplo, algunos picaportes los cambió a vecinos del pueblo por piezas de tractor u otros utensilios que él podía aportar. Otros sin embargo los ha ido comprando en el rastro de Zaragoza, el de Calatayud o en mercadillos ambulantes. Algunas de las piezas más interesantes son los collares de caballerizas, con cascabeles y campanas. Estos collares solían ayudar a embellecer a los animales cuando se iba de romería; incluso competían para ver cuáles eran mejores y más bonitas.

Su otra afición, la de realizar figuras con nueces. Se inició un día en que su amiga Rosa María de la Flor le dejó una minicesta realizada con una nuez y le dijo que hiciera lo que quisiera con ella. A partir de ahí surgió la idea de utilizar las cáscaras que acabaron materializándos en fruteros, pirámides, rosarios, llaveros o figuras humanas.

El interior de estos frutos secos se lo suele comer con los los familiares y vecinos, y el resto lo usa como materia prima de sus figuras. Por cada cien nueces, explica Rafael, tiene que dar cuatrocientos cortes de navaja. Pero no todo es tan fácil, a veces suele desdeñar numerosas piezas porque no son uniformes en el color o no encajan con otras.