La asociación de Afectados por las Riadas de la Cuenca del Ebro (Asafre) ha mostrado hoy su rechazo al proyecto de trasvase de aguas del Ebro a localidades catalanas situadas fuera de la cuenca hidrológica y ha advertido de que si permite abrirá la puerta a cualquier otro.

En una nota de prensa, la asociación recuerda que ese proyecto ya se intentó sin éxito en 2010 y ahora resurge la polémica, y destaca que el Gobierno aragonés ya ha manifestado su intención de frenarlo al ser contrario a lo dispuesto en el Estatuto de Autonomía de Aragón.

La junta de Asafre reitera su rechazo a este trasvase al considerar que si se permitiese, por pequeña que fuese su dimensión, serviría de precedente legal para abrir la puerta a cualquier otro.

Además, advierte de que las fincas que a día de hoy tienen su propiedad, su concesión de aguas y pagan su contribución, por la falta de reparación de obras en motas y diques, se inundarían provocando el abandono de estas tierras de la ribera, produciéndose una venta de la concesión a otras comunidades de regantes fuera de Aragón, creándose así un "trasvase encubierto".

"Todo esto perjudicaría no sólo a los terrenos de la ribera, sino también a sus más de 60.000 habitantes, que luchan a diario por seguir viviendo en los núcleos urbanos cercanos al río Ebro", subraya Asafre.

La asociación muestra así su rechazo a volver a reabrir un "trasvase encubierto" desde que en el año 2000 se aprobase el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y pide a las administraciones competentes en la materia que se posicionen en beneficio de los aragoneses.