Zaragoza ya tiene presupuestos y también oficina contra la violencia de género e «intrafamiliar». Incluir este término ha sido la principal exigencia de Vox para apoyar las cuentas del 2020, que ascienden a 801 millones. No ha sido la única condición de la ultraderecha, aunque sí la que más bronca generó ayer entre la izquierda y el Gobierno de PP-Cs, a quien le acusaron de ser «rehén» de la derecha extrema y de ceder a sus condiciones para salvar el presupuesto. Porque además de incluir el apellido de «intrafamiliar», el equipo de Jorge Azcón también aceptó crear un servicio de atención para mujeres embarazadas, reducir las partidas de formación para mujeres, cargarse el contrato de «maternaje» y quitarle 500.000 euros a Cooperación y Desarrollo.

La comisión de Hacienda se convirtió ayer en una guerra dialéctica donde la palabra «recorte» fue la más utilizada y en la que Vox fue el gran triunfador, al sacar adelante nueve enmiendas y mover 1,3 millones, frente a las nueve del PSOE (562.000 euros), las tres de ZeC (120.000) y las dos de Podemos (80.000), además de 3 de Cs y 2 del PP. La izquierda sacó adelante otra para elevar la cuantía destinada al complemento específico por 631.155 euros. La concejala de Hacienda, María Navarro, defendió que se trata de unas cuentas «históricas» porque se ha incrementado el gasto social un 8% respecto a las del 2018 (en el 2019 se prorrogaron) hasta alcanzar los 54 millones -cifra «récord»- y del 15% en servicios públicos, hasta los 345 millones.

SUMAR

«Zaragoza va a tener unos presupuestos que limpian los desastres de la gestión de la izquierda y que mira al futuro», afirmó Navarro, que ayer tuvo que escuchar un reproche tras otro desde la oposición. Entre tanto ataque le dejó a la concejala de Cs Carmen Herrarte la tarea de explicar los motivos por los que han aceptado que el servicio que ayuda a las mujeres víctimas del machismo incluya la terminología de la ultraderecha. «A la izquierda se le llena la boca con la palabra inclusión y lo que hemos hecho es incluir la violencia intrafamiliar en la de género. Esto es sumar», explicó Herrarte. Pero no convenció. «Es un insulto espeluznante a las 1.038 mujeres asesinadas desde el año 2003», le reprochó el concejal de ZeC, Alberto Cubero. En el PSOE fueron más allá y sacaron a relucir el terrorismo de ETA. «¿Se imagina que las ayudas destinadas a las víctimas del terrorismo se llamasen ayudas del conflicto vasco? ¿Cabría tal infamia? Eso hacen con las víctimas del machismo», dijo el socialista Horacio Royo. Para el concejal de Podemos, Fernando Rivarés, es el mejor ejemplo para demostrar que «no creen en la igualdad».

También el portavoz de Vox, Julio Calvo, trató de justificarlo alegando que «no se suprime el término, se incorpora el de intrafamiliar y se aumenta la cuantía». Incluso presumió de que se iba a crecer con 50.000 euros más.

Por su parte, Navarro acusó a la izquierda de presentar «enmiendas vacías» que repiten año tras año y que nunca se ejecutan. De eso, y de ser poco sorpresivos. «Esperaba que dijesen que dependemos de la ultraderecha. No hay de dónde sacar», aseguró después de haber acusado a ZeC, Podemos y PSOE de asignar contratos a dedo a «algunas» entidades sociales.

Desde el PSOE, Royo recordó su propuesta de pactar unas cuentas aislando a Vox y lamentó le negativa del alcalde. Según el socialista, lo que ha conseguido es sacar adelante un «modelo reaccionario y mercantilista» con «recortes irresponsables en política social, medioambiental y en los barrios». Cubero optó por acusar al Gobierno de «crear una oficina antiabortista», de convertirse en «rehén de la ultraderecha» y de actuar «con guante de seda con los ricos y con manos de hierro con los pobres», en referencia a los «recortes».

El concejal de Podemos, para el que «los recortes en materia social son de puro machetazo», denunció que el proyecto de presupuestos aprobado «no piensa en los zaragozanos» pero sí «en los intereses de unos pocos». Además, cuestionó los motivos por los que PP y Cs han descartado pedir más préstamos para invertirlos en los barrios.

El resultado final es que Vox consiguió incluir la oficina «intrafamiliar», que se cree un servicio de información para mujeres embarazadas -que según la izquierda es un «chiringuito antiabortista»-, minorar las partida de Cooperación y el plan de igualdad y de formación para mujeres en 450.000, además de suprimir el convenio con CCOO y UGT para la emancipación joven, la oficina de transversalidad y el contrato de «maternaje».

El PSOE salvó su apuesta por la reforma de la avenida Navarra, que contará con 330.000 euros y la redacción del proyecto de la antigua fábrica de Giesa. ZeC rascó 10.000 euros para el plan de riberas y Podemos 40.000 para que el Instituto de Empleo ofrezca cursos de formación para acceder a Amazon Web Service.