El proyecto para construir el embalse de Biscarrués ha sumado un nuevo año de retraso respecto a los compromisos oficiales y todavía no tiene previsión de fechas sobre la marcha de los trabajos. Y eso a pesar de que la actuación está adjudicada desde diciembre del 2000. En enero del 2003, tenía que haber salido de nuevo a información pública, según había anunciado el número dos del Ministerio de Medio Ambiente, Pascual Fernández. Pero justo un año después, el trámite sigue pendiente.

Biscarrués es uno de los grandes embalses del Pacto del Agua de Aragón de 1992. Se diseñó para garantizar los riegos tradicionales aguas abajo de Ardisa y los sistemas de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón y para laminar posibles avenidas del río Gállego. Su presupuesto de adjudicación fue de 110 millones de euros. De hecho, la obra fue encargada oficialmente en diciembre del 2000 a una unión de empresas. Pero sigue sin empezar.

EXPLICACION Después de dos ejercicios en blanco, Pascual Fernández, secretario de Estado de Aguas y Costas del Ministerio de Medio Ambiente, se comprometió a impulsar la obra. En diciembre del 2002, en una visita a las obras del embalse de Montearagón, en Huesca, el número dos del ministerio aseguró que en enero del 2003 se sacaría de nuevo a información pública el proyecto.

La explicación para lo que parecía un paso atrás se basó en el hecho de que --según Fernández-- el proyecto se había quedado "un poco antiguo" y su revisión durante los dos años transcurridos desde la adjudicación había puesto de manifiesto "nuevas afecciones". Por eso era necesario que los ciudadanos tuvieran de nuevo la posibilidad de alegar.

Un año después de la fecha comprometida por el alto cargo, el trámite no se ha cumplimentado. Pero tampoco se ha descartado. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) va a repetir el proceso de información pública, pero aún no está prevista una fecha para hacerlo.

Según indicó a este diario el presidente del organismo de cuenca, el trámite no ha podido iniciarse porque antes había que disponer de todos los datos posibles. Y hasta el segundo semestre del 2003 no se llevaron a cabo los sondeos sobre el terreno destinados a despejar cualquier duda sobre la estabilidad del suelo.

Lacasa aseguró que los sondeos finalizaron el pasado noviembre y que los resultados se remitieron a Madrid, al Centro de Experimentación (Cedex), dependiente del Gobierno central. Dicho organismo analiza los datos para determinar si los terrenos plantean riesgos. Mientras el estudio no esté listo no se podrá repetir la información pública.

En octubre del año pasado la maquinaria de los sondeos fue objeto de actos vandálicos, que la CHE consideró un "sabotaje" y que denunció ante la Guardia Civil. Máquinas e instalaciones aparecieron dañadas y se contrató vigilancia privada.