El encanto es ese misterio que hace que algo que en principio no te interesa acabe provocándote pensar "me lo he leído con gusto". Así, tan sencillo o tan complejo lo definía Ignacio Aldecoa, según cuenta Manuel Alcántara, uno de los "grandes" del periodismo, que a sus 85 años de edad todavía mantiene el pulso diario del columnismo.

La edad de oro del boxeo. 15 asaltos de leyenda (Libros del K.O, 2014) es cuanto menos encantador. El volumen recupera y contextualiza las crónicas de boxeo escritas por Manuel Alcántara en el diario Marca entre 1967 y 1978. Los periodistas y profesores Teodoro León Gross y Agustín Rivera, expertos en el articulista y poeta Manuel Alcántara, han ideado un libro que transpira periodismo y literatura. En cuatro capítulos que son como cuatro asaltos de boxeo; cuatro apartados y cuatro géneros.

Primero, una biografía de Alcántara que se convierte en perfil al grito de "Manolo, bájate con los boxeadores" (tal y como le apelaba al niño Alcántara su madre en el Málaga de la posguerra).

Segundo, las crónicas de boxeo de Alcántara como pepitas de oro. Parece mentira que las escribiera de camino a la redacción del Marca, tras el combate, pegado a la urgencia del cierre. Comienzos como "Estaba roto, desarbolado, pretendiendo aspirar por la boca el aire mezclado con nicotina" para describir el ambiente y la escena concreta en la que se encontraba el boxeador Urtain.

El cronista nos cuenta y nos interpreta el combate "Fue un crochet corto de derecha. Weiland vaciló y se encontró con una serie de ambas manos tan imprecisa como desesperada". Nos muestra en estas crónicas los nombres propios de aquellos años de oro del pugilismo español.

Nos habla de boxeo, de la técnica pero también del negocio, de las apuestas, de los fraudes, de las condiciones de pobreza que en muchas ocasiones conducen a un individuo hasta el ring. De la brutalidad, de la belleza, de la negritud y americanidad como marcas genuinas del boxeo.

Tercero, una excelsa entrevista de León Gross y Rivera con Alcántara en su casa del Rincón de la Victoria. Conversación que termina de construirnos al cronista, su bagaje, sus influencias periodísticas, literarias y por la que nuevamente "con encanto" aprendemos y disfrutamos de boxeo. El discurso agudo, sensato, ameno y elegante de Alcántara.

Cuarto, y para terminar de noquearnos: un híbrido, una suerte de apología a Manuel Alcántara "en tres asaltos" del cineasta José Luis Garci. Un epílogo que termina de desvelarnos al cronista que descubrió la épica de este "no deporte" que es el boxeo.

El boxeo es non fiction, afirma Garci, que equipara la trayectoria de Alcántara en el Marca con la de Joe Liebling en The New Yorker. Dos hacedores del Nuevo Periodismo.