Uno no sabe si es la burbuja inmobiliaria la que ha desatado tan intenso interés por las VPO o es la carencia de tales viviendas la que ha hinchado la mentada burbuja. Supongo que primero fue lo uno (la especulación y el disparatado aumento de precio de los pisos libres ) y luego, lo otro (la aparición de una intensa picaresca que rodea la promoción de los protegidos). El tema inmobiliario es hoy una ostentosa y chirriante locura que espero sea convenientemente tratada por el nuevo Gobierno de la nación, al alimón con las instituciones autonómicas y municipales. Ojalá.

Hemos llegado a tales grados de confusión que algunos colegas incluso creen que las VPO son sospechosas per se . Pero no, hijos míos. Sucede que en el periodo que ha ido del 95-96 al 03-04 (era PP ), la promoción de vivienda oficialmente protegida cayó en picado hasta casi desaparecer (como, por ejemplo, pasó en Zaragoza), y bajo el paraguas de la nueva ley del Suelo, supuestamente liberalizadora, el terreno urbanizable quedó en manos de los especuladores profesionales. Así es que la susodicha VPO, que siempre definió el piso básico de la clase media, en vez de ser lo habitual se convirtió en una buscada y disputada rareza. Por eso, ahora que se vuelve a activar su construcción, miles de familias se afanan en conseguir una. Y aparecen los trucos y las sospechas.

Lo que ha pasado con la vivienda en España es de juzgado de guardia. La urbanización de suelo y la posterior construcción se han convertido en un sector puntero en el crecimiento del PIB. Pero ha sido a costa de un endeudamiento familiar y unos impactos sociales y medioambientales brutales, que deberemos pagar durante años. Por eso causa risión que el Gobierno autor de semejante desastre se vaya a la oposición alardeando de manos limpias . ¡Por favor!

Para resolver el empandullo urbanístico sólo cabe la intervención decidida e inteligente de las instituciones democráticas y el imperio de una norma operativa pero inflexible. No se fíen ustedes de quienes prometen liberalización y se dedican a privatizar el suelo público. Ya ven que luego pasa... lo que pasa.