La reforma educativa, implantada desde este curso por el ministerio, también conllevará cambios en el boletín de notas de los alumnos. Las modificaciones afectan a los cursos impares de Primaria (1°, 3° y 5°), en los que se aplica en primer lugar la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y se refieren, principalmente, a la evaluación de las que la ley denomina competencias clave.

En realidad, este término es el que ha provocado un mayor desconcierto en los centros, cuyo malestar se centra en la complejidad para descifrar la forma en que deben evaluar estas competencias y cómo transmitirlo a las familias. La LOMCE considera que las competencias clave son "aquellas que todas las personas precisan para su realización y desarrollo personal, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo" y las engloba en siete: lingüística, matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología, digital, aprender a aprender, sociales y cívicas, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, y, por último, conciencia y expresiones culturales.

Estas tres últimas son las que provocan un mayor quebradero de cabeza a los centros. Y eso que el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón les ha remitido recientemente una orden en la que les recuerda que la información a las familias de la evaluación del nivel de adquisición de estas competencias clave se deberá hacer en la evaluación final y "no tiene carácter prescriptivo" hacerlo trimestralmente. Sin embargo, otra circular --enviada a comienzos de semana-- advierte de que el nuevo sistema de evaluación ya está disponible. "Si nos dicen eso y nos piden que esperemos para poner las notas quiere decir que habrá que incluir esas competencias", deducen desde un colegio zaragozano. La información trimestral será obligatoria a partir del curso 2015-16.

En todo caso, numerosos centros optarán por informar ya a las familias sobre este concepto en las notas correspondientes al primer trimestre, sea o no obligatorio. "Vamos a evaluar estas competencias, pero va a ser difícil de entender para las familias, que seguro que nos preguntarán qué quiere decir y si sus hijos van bien o mal", explican desde un centro.

Los que opten por evaluar estas competencias clave informarán a los padres a través de dos hojas. Una de ellas será la tradicional, con las calificaciones sobre el aprendizaje que se miden numéricamente. En la segunda se tratará de evaluar las siete competencias básicas. "Pero el problema reside en saber cómo asociarlas con las áreas curriculares. Tenemos claro lo que vamos a hacer en lingüística o matemáticas y podemos decir si un alumno se expresa bien o razona mejor, pero seguimos debatiendo qué hacer, por ejemplo, con aprender a aprender", apuntaron desde otro colegio.

"Las dos últimas no hay quien las entienda. ¿Qué significa conciencia o espíritu emprendedor? No sabemos cómo valorar eso y son términos confusos que no hacen sino dificultar la relación con las familias, que debe ser sencilla y clara", añadieron desde otro colegio, donde añadieron que "un boletín de notas debe ser un espectro amplio donde se exponga la situación de un alumno, pero esto supone una confusión tremenda para las familias y, suponemos, nos obligará a destinar gran parte de la tutoría a explicarles qué significan estos conceptos".

Pero, a escasos días para la primera entrega de notas del curso, la mayoría de los padres de estos cursos afectados no notarán cambios porque la gran mayoría de colegios optarán por no evaluar estas competencias hasta final de curso. Solo cambiará la concepción de área de sociales y naturales, que este año se divide en dos y la aparición de una nueva asignatura, Valores Sociales y Cívicos, que, al igual que Religión, contará para la media en el expediente del alumno.