Un año más, el Campo de Borja celebró ayer la extracción del primer mosto de garnacha, en un acto de exaltación de la cultura vitivinícola que congregó, en la plaza Mayor de Ainzón, a cientos de vecinos, profesionales y autoridades. Con el tradicional pisado de las uvas más tempranas, se dio por inaugurada una vendimia para la que se tienen «unas expectativas de entre 35 y 36 millones de kilos, un 40% más que la cosecha pasada», según afirmó Eduardo Ibáñez, presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP), en un comunicado.

En un ambiente festivo, amenizado por la banda municipal, el periodista Samuel Barraguer dio la bienvenida a los asistentes, destacando los grandes logros que el sector ha conseguido en estas casi tres décadas, convirtiendo al Campo de Borja en el Imperio de la Garnacha. Seguidamente dirigió el acto de imposición de las bandas a la reina de la vendimia, Luna Tabuenca Ruíz, y a las de las fiestas de Ainzón.

Tras recibir la distinción, Tabuenca pronunció un discurso en el que la ilusión, «un ingrediente tan importante en nuestros vinos como lo es la garnacha», fue la protagonista. La joven animó a todos los habitantes de la DOP a convertirse en «embajadores de esta hermosa comarca y de sus tesoros».

A continuación, tuvo lugar la tradicional misa cantada, a cargo del grupo Las Olivicas, de Fuendejalón, y oficiada por el obispo de la Diócesis de Tarazona, en la que se bendijeron las uvas que poco después pisaron en el escenario de la plaza Mayor Ana Sánchez y José Manuel Sánchez, hija y padre, los vendimiadores a quienes correspondió este honor.

Cosechar éxitos / Tras celebrar el primer brindis, con un fragmento de la Oda al Vino de Pablo Neruda, tomó la palabra Ibáñez, que rememoró aquel día del 2005 en el que decidieron «dar un impulso imparable» al Campo de Borja, apostando por su variedad reina y acuñando el nombre el Imperio de la Garnacha. Repasó asimismo un 2018 «lleno de éxitos», entre los cuales destacó proyectos como el de las feromonas o el de Los Terroir de la Garnacha.

El consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, cerró el acto felicitando a todo el sector vitivinícola del Campo de Borja por haber contribuido a «aragonesizar España y el mundo, porque el vino es uno de los mejores embajadores de una tierra y todos los aragoneses podemos presumir de que el Imperio de la Garnacha siga cosechando éxitos por todo el mundo».