El 21 de febrero del 1089, tras dos sitios y el tifus corriendo por las venas de la mayoría de los supervientes, Zaragoza se rendía al invasor y firmaba la capitulación ante las tropas francesas. Cien años después, en el 2009, la asociación Los Sitios, junto a los Voluntarios de Aragón y otras agrupaciones, decidieron recrear el acto en la plaza del Portillo, dentro de los actos del Bicentenario. Y fue tal el éxito que, cuatro años después, la representación se mantiene.

Ayer, un centenar de recreacionistas, incluídos los Amigos de la Capa, la asociación Royo del Rabal, la asociación Tío Lucas o las hermanas de Las Anas, volvieron a rendir tributo a los defensores, y desfilaron hasta la Aljafería para dejar sus claveles --que hace 200 años eran armas-- al pie de un olivo. Una conmemoración meritoria, porque los participantes, pese a contar con el beneplácito del ayuntamiento, no cobran un euro por el espectáculo --que ayer atrajo a un buen número de turistas-- y pueden gastarse hasta 1.600 euros en un traje, fusil incluído.

Este año, la recreación tuvo un sabor especial, de aperitivo, como reconoció el presidente de la Asociación Los Sitios, Gonzalo Aguado. No en vano, este año se celebra el bicentenario de la liberación de la ciudad, la expulsión de los conquistadores.

Una celebración que incluirá una gran recreación con voluntarios internacionales, el fin de semana del 2 y el 3 de marzo. Pero también un sinfín de actos y exposiciones conmemorativas que se desvelarán oficialmente este viernes.