La peor consecuencia de la exclusión vuelve a sobrevolar la capital aragonesa tras 30 años de intensa actividad para erradicarla. El chabolismo ha reaparecido en un lugar distinto a los ya conocidos, junto a la rotonda de la MAZ y la autovía de Huesca, en un asentamiento donde desde el año pasado malviven cuatro familias --en cinco chabolas-- con un total de 30 personas y 18 menores de edad entre ellos. Desde mayo del 2012, según aseguró el presidente del distrito del Actur, Carmelo Asensio, llevan allí instalados sin que el Ayuntamiento de Zaragoza haya actuado al respecto, para ofrecerles una ayuda o para incorporarlos a los programas de reinserción social que se realizan desde el consistorio.

El responsable de Acción Social, Roberto Fernández, aseguró ayer en la comisión de su área que desconocía muchos de los datos que Asensio, portavoz de CHA en estos asuntos, le explicaba sobre el asentamiento. Admitió que los servicios sociales ya han intervenido "una sola vez, el pasado mes de enero". Y que desde otras instancias, como Cáritas, se les estaba ayudando ofreciéndoles comida.

SIN COLEGIO Pero el problema va más allá. Asensio explicó que entre las 30 personas que se encuentran allí instaladas "hay 18 menores que no están escolarizados". Cuatro de ellos, matizó, podrían haberse recolocado en el colegio Ronda Norte, y para el resto "estamos en conversaciones con el colegio Agustina de Aragón para que se habilite un aula de refuerzo para ellos". Para que puedan recibir clases aunque no estén escolarizados. O para que se creen el hábito de ir al centro, que muchas veces las propias familias rechazan.

Sin embargo, lo más peculiar de todo es el motivo por el que ninguna administración ha actuado. Ni el ayuntamiento, donde el propio responsable de Acción Social admitía ayer que no le constaban muchos de los detalles que el edil nacionalista le explicaba, ni desde la DGA, que ha cortado la financiación para el convenio que mantenía económicamente estos programas que desarrollaba el ayuntamiento en colaboración, por otra parte, de la Fundación Federico Ozanam y la Asociación de Promoción Gitana.

Este convenio, suscrito por el consistorio y la Dirección General de Vivienda del Gobierno de Aragón se extinguió el pasado 31 de diciembre sin que haya habido noticias sobre si se piensa dar continuidad. La DGA parece haber retirado definitivamente su aportación al mismo, que estaba dotado con 400.000 euros --a partes iguales, 200.000 cada uno--, y el ayuntamiento lleva mes y medio con la colaboración con Ozanam y la agrupación gitana suspendida. Con falta de efectivos y con un presupuesto municipal prorrogado que hace imposible firmar otro tipo de convenio, de forma unilateral.

200.000 EUROS EN 2013 Pero Fernández garantizó ayer la dotación de 200.000 euros que venía aportando el ayuntamiento para la erradicación del chabolismo. Lo ha incluido en su presupuesto de este año, con dos partidas de 100.000 euros cada una, pero el problema que tiene ahora es que no puede disponer de ellos hasta que las cuentas de este ejercicio no reciban la aprobación del pleno.

Por eso, explicó el teniente de alcalde de Acción Social, este problema, que prácticamente ha desaparecido del entorno del pabellón Príncipe Felipe y del polígono de Cogullada, gracias a ese convenio con la DGA, será uno de los primeros proyectos que se pondrán en marcha con los once millones de euros previstos para desarrollar el plan contra la exclusión que piensa llevar a cabo el ayuntamiento este año. "Cuando en marzo supere el periodo de enmiendas el presupuesto y el plan se formalice en varios estadios, este va a ser uno de los primeros", aseguró. Sin embargo, no concretó qué medidas se pueden acometer de inmediato. Todo apunta que hasta marzo, ninguna.