El clan zaragozano de los Ortiz Perea y, concretamente, los hermanos Benito y Pedro son los supuestos responsables del asalto a una armería de Huesca, cometido el pasado 23 de mayo y en el que el dueño del establecimiento resultó herido de bala. Ayer fueron capturados en Valencia cuando iban a perpretar un atraco en un banco de esta ciudad, como adelantó EL PERIÓDICO en su web.

Fue este hecho, según fuentes consultadas, el que desencadenó el arresto de estos hombres de 48 y 59 años en plena vía pública. Iban armados con una escopeta de cañones recortados y un subfusil del calibre 7.65 --el que fue utilizado en Huesca--. La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía en Aragón, en coordinación con la Guardia Civil valenciana.

A Benito y Pedro Ortiz Perea se les imputa los delitos de tentativa de homicidio, detención ilegal, lesiones, tres robos con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas, sustracción de vehículos y falsificación de documentos.

Y es que, además del intento de atracar al armero oscense, secuestraron durante unas horas a una zaragozana --a la que sorprendieron a la salida del gimnasio y posteriormente abandonaron maniatada en un polígono de La Cartuja-- para robarle el vehículo con el que se desplazaron a la capital altoaragonesa y dieron el golpe, aunque fallido, puesto que no consiguieron llevarse ningún arma. Al parecer, en sus planes no estaba previsto que el dueño de este comercio, Rubén Cáncer, intentara huir. Ante ello, llegaron a disparar hasta en cinco ocasiones para amedrentarle. Le hirieron en una pierna. Los agentes tratan ahora de esclarecer cómo consiguieron llegar a Valencia, ya que se deshicieron del turismo en un descampado de Candasnos.

Según fuentes policiales, en el historial delictivo del clan resalta el asesinato de un policía nacional, en enero de 1986, en Valencia. El agente, José Luis Riestra Amieba, de 26 años, murió durante un tiroteo entre el Cuerpo Nacional de Policía y los Ortiz Perea tras el intento fallido de un atraco en una sucursal del Banco de Sabadell.

El nombre de ambos también está unido a otro asalto a entidad del BBVA de Huesca, en 2009. En aquella ocasión solo fue condenado Benito Ortiz Perea a la pena de 9 años. Actualmente, se encontraba en búsqueda y captura por no presentarse en prisión tras un permiso penitenciario del que disfrutaba. El perfil de este clan responde al de los antiguos grupos criminales de marginalidad y drogas.