Cinco Villas

Sos del Rey Católico homenajea a 19 represaliados de la guerra civil

La localidad celebra el entierro de casi una veintena de asesinados en Sádaba y Castilliscar

Un instante del homenaje celebrado en Sos del Rey Católico.

Un instante del homenaje celebrado en Sos del Rey Católico. / Equipo Arqueológico Forense de Aragón

El Periódico de Aragón

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Decenas de vecinos participaron ayer en Sos del Rey Católico en el entiero y homenaje a 19 represaliados durante la guerra civil en las localidades cincovillesas de Sádaba y Castilliscar. Organizado por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo y el Ayuntamiento de Sos del Rey Católico, el homenaje público reconoció a los 16 hombres y tres mujeres asesinados por sus ideales políticos y sociales.

El acto celebrado ayer puso punto y final a unos trabajos de exhumación y recuperación de fosas que comenzaron en diciembre de 2018. Dicha tarea, encabezada también por Charata junto al Equipo Arqueológico Forenese de Aragón, consistió en una intervención arqueológica en el cementerio municipal de Sádaba donde se localizó y exhumó una fosa común de grandes dimensiones que correspondía a la gran matanza acaecida el día 3 de agosto de 1936 en las cercanías de Sádaba, en el lugar conocido como La Pardina. La financiación llegó a través de la Diputación Provincial de Zaragoza, la Comarca de las Cinco Villas, el Gobierno de Navarra y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, con la colaboración del Ayuntamiento de Sádaba.

A finales del año 2019 la Asociación Charata consiguió ayudas por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza y la Comarca de las Cinco Villas para hacer frente al elevado coste económico de la identificación genética de los 18 cuerpos exhumados en la fosa común de Sádaba. Se enviaron al laboratorio genético muestras óseas y dentales de los 18 individuos exhumados y muestras sanguíneas de 24 posibles familiares para ser analizadas con el objetivo de establecer comparativas de ADN que identificaran a los cuerpos en base a sus relaciones de parentesco.

Los resultados se retrasaron enormemente debido a problemas en el laboratorio derivados de la pandemia. Además, el primer informe genético fue «descorazonador», según señalan desde la propia organización, porque no se había obtenido ADN analizable de 7 de los 18 esqueletos exhumados, ni de 4 muestras de familiares. Así pues, dos años después de terminada la exhumación tan sólo había tres víctimas identificadas.

Charata comenzó a buscar nueva financiación para repetir los análisis de las muestras negativas. Lo obtuvo gracias al apoyo del Gobierno de Navarra, implicado en este proceso por la posible presencia de navarros entre las víctimas.

Finalmente, en el año 2022 se consiguieron nuevas muestras de sangre de otros posibles familiares, elevando hasta 35 las muestras analizadas, en este caso gracias a la colaboración del Gobierno de Navarra y a una ayuda de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática. Los resultados de los análisis genéticos se han integrado en el Banco de ADN del Gobierno de Navarra, que gestiona el laboratorio Nasertic.