POR

ADRIANA OLIVEROS

Una vez al año (por lo menos que sepamos), los cocineros dejan sus fogones para sentarse juntos a la mesa. Y la cita de este 2004 tuvo lugar ayer en el XI aniversario de la asociación del gremio, que preside Domingo Mancho. Fue una noche culinaria al cuadrado, con sabores ricos-ricos y en el Hotel Palafox de Zaragoza, cuyo jefe de cocina, Honorio Pablo, preparó un menú a prueba de expertos con un lechazo de roya bilbilitana como invitado vip (no por voluntad propia, claro). La cena estuvo bien servida de representaciones: el director general Félix Báguena, el presidente de Horeca, José Luis Yzuel, el de los empresarios del Cafés y Bares, Angel Díaz, el director de la Escuela de Hostelería San Lorenzo de Huesca, Javier Gavín, representantes de los maitres, como Rafael Barrios, de los jóvenes cocineros, como Sergio Azagra, y de la junta organizadora del evento, como Juan Blanco y Oscar Abad... En total, hasta 300 personas que vivieron una noche en la que la Asociación de Cocineros recibió una distinción de manos de su homóloga nacional y entregó muchas más. José Monné Puig y Domingo González González fueron premiados por toda una vida dedicada a la cocina y el oscense José Fernández Espigares, por su aportación a los fogones. El turolense Luis Ignacio Estopiñán Navarro fue elegido joven cocinero del año. El restaurante El Cachirulo, que dirige Jesús Acín, y su jefe de cocina, Víctor Marta obtuvieron sendas distinciones. Y la lista se completó con el presidente de la D. O. Cariñena, Santiago Begué, la cordón bleu (única en Aragón) Paloma Barrio y Juan José Soriano y Eduardo Orús, de La Vaina, por su trayectoria empresarial. ¡Chinchín!