Primera concentración de los conductores del bus de Zaragoza desde que se solucionó el conflicto por el despido colectivo en verano, y primeras amenazas micrófono en mano y en plena plaza Aragón. O Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA) atiende sus peticiones o volverán a los paros parciales. Quieren que se mejore la conciliación familiar y que se readmita a Natalia Montejo, la última despedida. De hecho, el despido centró gran parte de las pancartas y gritos del centenar de personas que acudió al encuentro. "Ha sido improcedente", aseguró ayer el comité de empresa.

El pasado 5 de julio, Montejo recibió en su móvil un mensaje del banco con un ingreso muy elevado. "Lo primero que pensé: es el finiquito". Y acertó. Bajó al buzón de casa y se encontró la notificación de Correos para que fuera a recoger un burofax no entregado el día anterior, viernes. "Como ocurrió con los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo, me avisaron por burofax de que ya no estaba en la empresa".

Ha solicitado varias bajas a lo largo de este año y, la contrata, amparándose en la reforma laboral, la ha despedido. Según explicó, en los último meses ha estado tomando antihistamínicos al desarrollar fuertes alergias. Este tipo de medicación genera genera estados de somnolencia por lo que no podía conducir y se tenía que coger la baja. "¿Qué prefieren, que ponga en riesgo a los pasajeros y no diga que estoy tomando la medicación?".

Este es uno de los motivos por los que los trabajadores han iniciado un nuevo calendario de protestas. De hecho, la siguiente concentración será el próximo miércoles frente al Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), día en el que Montejo se encuentra con la empresa.

Las negociaciones entre AUZ y los representantes sindicales siguen la misma tónica que durante la huelga de verano, tras el despido de 153 conductores. Es decir, con poco éxito y avances muy lentos, tanto, que si no llegan a un consenso en septiembre iniciarán paros parciales durante los días laborables.

Los sindicatos denuncian incumplimientos en las frecuencias y la falta de voluntad de la contratar para completar la plantilla. Al contrario, dicen, se ha despedido a una conductora. Además, desde el comité recuerdan que aún quedan trabajadores de la bolsa del ERE por readmitir.