Zaragoza reclamará a la empresa que ejecutó la obra del Canal de Aguas Bravas, Tragsa, responsabilidades por las filtraciones en esta atracción, después de que una auditoría técnica haya señalado que se trata de un problema "estructural".

En concreto, este informe que el Gobierno de Zaragoza encargó para estudiar la estructura señala que el problema de las filtraciones de la balsa inferior es estructural y tiene su origen en el diseño y construcción de la obra.

En este sentido, el consejero de Economía zaragozano, Fernando Rivarés, ha anunciado hoy en una rueda de prensa en el consistorio que el Gobierno abrirá un nuevo procedimiento de reclamación de daños para determinar la responsabilidad "por vicios ocultos y para reclamar por los perjuicios causados".

Según ha manifestado el consejero, el Ayuntamiento va a pedir a la empresa Tragsa que asuma los gastos -que ascienden a 624.000 euros- de un proyecto para remodelar y reparar de forma definitiva la balsa inferior y garantizar su impermeabilización.

De no ser así, el consejero ha insistido en que el Ayuntamiento ejecutará esta obra y luego "le pasará la factura" a la empresa que ejecutó este parque multiaventura.

Según Rivarés, la estructura tal y como está "nunca será rentable" para ninguna empresa concesionaria y, de hecho, el canal de Aguas Bravas no se está explotando en estos momentos.

Además del canal, la concesión incluye la gestión de una cafetería de 310 metros cuadrados, terraza y un parque multiaventura y tiene un canon anual de 1.000 euros.

Fuentes municipales han informado de que actualmente los gastos de bombeo y electricidad necesarios para que el Canal de Aguas Bravas funcione superan los 52.000 euros, según los datos aportados por el último concesionario.