La cooperativa Los Monegros, la segunda más grande de Aragón en número de socios tras la de Ejea, se une al boom de los huevos camperos. La firma de Sariñena va a poner en marcha por primera vez en sus 55 años de historia un proyecto ganadero, diversificando así su actividad, que sobre todo está centrada en la comercialización de maíz, cebada y forrajes. En un plazo de tres años, la empresa prevé aunar a una veintena de granjas y, poco a poco, ir comercializando en toda España. La explotación más grande será la que pondrá en marcha la propia cooperativa con unas 40.000 gallinas, mientras que el resto estarán promovidas por particulares.

«Lo que pretendemos es hacer más accesible la producción de huevos camperos, un sector que puede impulsar el empleo juvenil y femenino y fijar población al territorio», subraya a este diario el gerente de la cooperativa, José Miguel Ochoa. De hecho, se prevé que las granjas impulsadas por los particulares, que cada una de ellas contará con 7.500 gallinas, abran en diferentes pueblos de la comarca.

«En este sector si no tienes un volumen importante es difícil entrar en los canales de distribución, por eso queremos comercializar de forma conjunta», explica Ochoa. Así, la cooperativa se encargará de instalar un centro de embalaje y distribución que dará servicio a todas las explotaciones. Desde allí se comenzará a trabajar en todo Aragón vendiendo los huevos camperos a grandes comercializadoras para posteriormente implantarse en buena parte del territorio nacional e incluso en grandes cadenas de distribución.

La firma monegrina, que está formada por 545 socios, prevé iniciar las obras de su granja en un plazo de dos meses y confía en que esté operativa el próximo verano. «El año que viene abrirán otras cuatro o cinco pequeñas explotaciones, así que en el 2019 esperamos alcanzar ya las 70.000 gallinas», destaca Ochoa. Estas primeras inversiones se acercarán a los tres millones de euros, aunque el proyecto a tres años vista supera los seis millones.

La granja matriz, la que impulsará la propia cooperativa, creará ya el próximo año cinco empleos, mientras que las de los particulares genererán en conjunto otros tantos.

UN SECTOR EN EXPANSIÓN

La iniciativa surgió en la cooperativa y de algunos socios que apostaban por diversificar su negocio y veían la actividad como un sector de futuro ante la saturación del porcino. «Empezamos a contactar con posibles clientes y vimos que el mercado estaba receptivo», indica Ochoa.

En este sentido, cabe destacar el fuerte impulso que vienen registrando las granjas de gallinas ponedoras en los últimos años en la comunidad. De hecho, Aragón ha duplicado en la última década su producción. Las cinco millones de gallinas ponedoras que hay en la comunidad producen anualmente 127 millones de docenas de huevos, unas cifras que sitúan a Aragón como el quinto productor nacional con el 13% de los huevos nacionales.

Los proyectos para impulsar la producción de huevos camperos son los que más están creciendo en la comunidad para adaptarse a la demanda del mercado. Así, firmas como Granja San Miguel o Virgen del Rosario van a destinar inversiones millonarias a impulsar este tipo de producción.

Además de la iniciativa del complejo aviar, la cooperativa Los Monegros está inmersa en un proyecto para elevar su capacidad de almacenamiento y el secadero de maíz y arroz, al que destinará en varios años cinco millones de euros.