La aparición repentina de ladrillos recubriendo la base de la Chimenea de la antigua fábrica de lanas Morón y Anós ha levantado polémica en Zaragoza, sobre todo en Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa), que considera «una chapuza» la actuación municipal. «Estamos hablando de todo un Ayuntamiento de Zaragoza, debe haber un control e inspecciones, las construcciones no se deterioran de un día para otro», manifesta Belén Boloqui, su presidenta.

«Es incomprensible. Para conservar hay que tener la mirada atenta, lo que no se valora no se defiende», añade.

Por su parte, desde el Gobierno de PP y Cs explican que se colocaron esos ladrillos «de forma urgente y provisional para proteger el espacio de manera que se puedan ir haciendo los informes pertinentes que permitan realizar una actuación en cuanto se pueda» en la Chimenea, que es muy antigua pero que no es Bien de Interés Cultural (BIC).

Según las mismas fuentes, los técnicos «se dieron cuenta de que la base de la chimenea se estaba desprendiendo y se tomó la decisión de reforzarla con esos ladrillos para evitar que haya cualquier peligro en esa zona. Ahora se está haciendo un estudio para rehabilitarla por completo».