En los últimos cuatro años se han incrementado un 45% las solicitudes de registro de los testamentos vitales. La enfermedad deteriora en muchos casos los mecanismos cognitivos e incluso la comunicación, y los enfermos terminales no pueden expresar lo que desearían en cuanto a la aplicación de medidas de soporte vital que prolongan la vida, pero también la enfermedad. Existe la posiblidad de dejar expresados esos deseos anticipadamente. Un total de 7.541 aragoneses tienen activo en estos momentos el documento de voluntades anticipadas, un texto en el que se detallan instrucciones sobre los tratamientos médicos y cuidados que se quieren recibir cuando el paciente está en una situación desfavorable que impide comunicarse con los demás.

Durante el 2016, fueron 780 personas las que regsitraron este documento en la comunidad autónoma aragonesa, una cifra que se incrementó respecto al año anterior y que no ha dejado de crecer desde el año 2003 en que se instauró el registro.

La edad media de las personas que se deciden por dejar estas instrucciones por escrito es de 62,7 años. De ellos un 60 por ciento son mujeres.

En todos los casos el documento refleja la voluntad del titular de recibir cuidados médicos y más de un 50% se declaran donantes de órganos. Incluso algunos, un 9%, donan totalmente su cuerpo para la ciencia. Pero solo un 6% se muestra a favor de la eutanasia.

En lo que respecta al momento del fallecimiento, son más lo que prefieren morir en el hospital y menos los que manifiestan morir en casa y también todavía son más los que desearían asistencia religiosa frente a los que no. En cuanto al sepelio, hay un incremento considerable de las personas que prefieren ser incineradas, más de un 66%.

La planificación anticipada de estas decisiones permite ejercer el derecho a decidir a la propia persona, expresando las preferencias en los cuidados y en el tratamiento y, de esta manera, poder aliviar el impacto emocional de los familiares que colaboran en el proceso de decisión con el equipo sanitario.

En este documento se puede designar además a una persona que asuma la responsabilidad de asegurar que los deseos expresados son respetados en todo momento. Además, todos los profesionales sanitarios son conocedores de la existencia del registro y en el caso de que por su objeción de conciencia no estén de acuerdo con lo expresado, el propio documento recoge la solicitud de cambio de profesional.