El número de aragoneses que necesitan diálisis o un trasplante de riñón debido a sus problemas renales han descendido un 14% en un año, según los datos expuestos ayer en el XLIX Congreso Nacional de Sociedad Española de Nefrología (SEN) que se celebra en La Coruña. De este modo, Aragón «mejora las cifras nacionales» sobre el impacto de la enfermedad renal crónico, ya que la incidencia de afectados se encuentra «por debajo de la media nacional», según la organización. En concreto, el descenso de casos se produce entre el 2017 y el 2018.

En total, en la comunidad hay casi 1.700 aragoneses que requieren diálisis (tratamiento renal sustituto) o un trasplante. Los datos se corresponden al Registro Español de Enfermos Renales, que es fruto de la colaboración de la SEN, la Organización Nacional de Trasplantes y los diferentes registros autonómicos.

Los problemas renales crónicos se relacionan con el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, pero principalmente con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular, que son responsables de más del 40% de los nuevos casos. La obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo también influyen en esta enfermedad.

De ahí que los nefrólogos hicieran ayer, durante la celebración del congreso, un llamamiento sobre la importancia de «promover la salud renal y adoptar hábitos de vida saludables como medida de prevención».

El avance de esta patología ya se conoce como «la epidemia silenciosa, ya que sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales», precisaron desde la sociedad.