Los vecinos de Oliver contemplaban ayer desde la plaza Soldevilla, en la calle Antonio Leyva, cómo varios operarios trabajaban retirando las vías del tren del espacio que ocupará en un futuro el Corredor Verde entre Oliver y Valdefierro.

"En una hora se han llevado casi cien metros de vía", explicaba sorprendido Manuel Plaza, que lleva 30 años viviendo en Oliver a seis metros de los raíles. "Nadie se esperaba que se llevaran las vías tan rápido", comentaba Luis Marco. Y es que ayer eran numerosos los corrillos de vecinos en los que se hablaba un acontecimiento más en la historia de Oliver, un barrio dividido por la vía del tren.

Por la mañana, eran muchos los que recordaban momentos trágicos como las numerosas personas que han muerto cruzando las vías. Sin embargo, también llegaban las primeras peticiones. "Hay que actuar aquí urgentemente para que no se empiece a acumular basura en la zona", pedía Manuel Rodrigo. Mientras, Luis Marco apuntaba la posibilidad de abrir una calle de forma provisional entre Reina Petronila y Laguna Zorín, para crear un nuevo acceso al barrio ya que las obras en Vía Hispanidad han obligado a cortar alguno de los existentes.

La retirada de los raíles en Oliver no implica el inicio de las obras del Corredor Verde, pero es un paso más en esa dirección. En concreto, la desaparición de las vías era un requisito para proceder a la desafección de esos terrenos como zona de uso ferroviario.