El Gobierno aragonés hizo ayer un llamamiento al PP a que se sume, tras las próximas elecciones generales, a las conversaciones en Aragón para alcanzar un nuevo acuerdo hidráulico. Y también pidió a los populares su mediación para atraer a ese foro al Ministerio de Medio Ambiente, cuya participación es "decisiva" en la ejecución de los embalses del Pacto del Agua.

"Pido al PP su participación, sin condiciones previas, y que medie ante la CHE y el ministerio para que se sienten a hablar", llamó el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, en las Cortes durante el debate de una interpelación de Chunta Aragonesista. Tras constatar que en los últimos días se está percibiendo una "disponibilidad a hablar" que no existía antes, advirtió que sin la participación de la Administración central el acuerdo "no sería posible". Además, dirigió su petición de "colaboración y disposición al diálogo" a todos los grupos de la Cámara autonómica para poder iniciar el proceso después de las elecciones generales. "Abordemos uno a uno los problemas y si no somos capaces de entendernos, por lo menos lo habremos intentado", puntualizó.

COHERENCIA Durante el debate de la iniciativa parlamentaria, Bizén Fuster, diputado de CHA, reclamó al Gobierno PSOE-PAR que sea coherente con su principio de no inundar pueblos habitados en relación con su política hidrológica y demande la paralización del recrecimiento del embalse de Yesa, si no cree necesaria la cota máxima, y del de Biscarrués. Fuster opinó que el Gobierno de Aragón "debería estar pidiendo a gritos la paralización de Yesa", si se quiere evitar la inundación de pueblos habitados, porque aunque las obras no avancen no existe otro proyecto.

En respuesta a Fuster, Boné aseguró que el embalse para el trasvase "ya está hecho", el de Mequinenza, e insistió en que la postura del Gobierno de Aragón es favorecer las obras del Pacto del Agua, dentro del máximo acuerdo posible, y estimó que el diálogo es posible sin paralizar ninguna obra. Insistió en que las premisas de la política hidráulica del Gobierno de Aragón, que pueden circunscribirse en el Pacto del Agua, son que ningún pueblo habitado sea inundado, satisfacer las necesidades previstas y futuras de usos de agua, la preservación medioambiental y la participación, y ese proceso, en su opinión, debería desplazarse más allá del proceso electoral.

REACCION DE MADRID Entre tanto, la CHE hizo ayer público un comunicado en el que advirtió que la modificación del recrecimiento del embalse de Yesa afectaría al desarrollo de la obra y admitió que sigue con "preocupación y cautela" el debate suscitado sobre el proyecto. La CHE salió así al paso de la votación del pasado jueves en las Cortes, en la que el PP se quedó solo reclamando el recrecimiento máximo de Yesa. Por primera vez desde 1992, la Cámara se pronunció en contra de la cota máxima de este embalse. También los alcaldes de Ejea y de Tauste, ambos del PSOE, se han sumado a la petición de diálogo respecto a la cota de Yesa.

La respuesta de la CHE fue ayer contundente: "Una modificación sustancial en el proyecto de una obra hidráulica, aprobado de acuerdo a la legislación y el procedimiento vigente, implica una tramitación que afecta directamente al desarrollo de la obra".