La economía aragonesa ha registrado un crecimiento del 2,9 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2018, según las estimaciones realizadas por el Instituto Aragonés de Estadística (IAEST), a partir de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Fuentes del Gobierno de Aragón apuntan que esta tasa de crecimiento interanual es superior a la registrada para el conjunto de España, que creció un 2,5 %, y también a la alcanzada por el conjunto de países de la Eurozona (1,7 %) y de la Unión Europea (1,9 %).

Con respecto al trimestre anterior, el avance de la economía aragonesa se ha situado en el 0,6 %, una décima inferior a la registrada en el segundo trimestre del año y que es la misma que la del conjunto de España y superior al registro trimestral alcanzado por la media de la Eurozona (0,2 %), y de la Unión Europea (0,3 %).

Desde el Ejecutivo autonómico indican que la expansión de la actividad productiva se debe a la positiva evolución de todos los sectores productivos y la solidez de la demanda interna que, junto al resto de fundamentos macroeconómicos regionales y la información disponible de los indicadores parciales, permitirían un mantenimiento del ritmo de crecimiento para la parte final del año.

De esta forma, se alcanzaría el nivel de crecimiento económico previsto para 2018 por el Gobierno de Aragón, fijado en el 3,1% para el conjunto del año.

Desde la óptica del gasto, el crecimiento de la economía aragonesa se explica por el buen comportamiento de la demanda interna, ya que la evolución de la demanda externa habría tenido una contribución negativa al crecimiento del PIB aragonés durante el tercer trimestre del ejercicio.

Tanto el consumo como la inversión interna muestran una evolución positiva. En concreto, el consumo de los hogares registraba en el tercer trimestre del año tuvo un crecimiento interanual del 2,1 %, dato inferior al anterior trimestre (2,6 %) pero que permite acumular seis trimestres seguidos de crecimiento por encima del 2 %.

Esta positiva evolución es consecuencia de la prolongada mejora del mercado de trabajo regional, la mayor facilidad de acceso al crédito gracias a la política monetaria expansiva implementada por el BCE, apuntan las fuentes.

El consumo final de las administraciones públicas creció durante el tercer trimestre un 2,2 %, un punto porcentual por encima del trimestre anterior.

La inversión en bienes de equipo aumentó un 15,7 % anual frente al 13,5 % de avance en el segundo trimestre de 2018, mientras que la inversión en construcción creció en términos interanuales un 8,1%, dato inferior al crecimiento del trimestre precedente (11 %).

No obstante, se observa una contención en los flujos comerciales regionales durante el tercer trimestre de 2018, con una contribución de la demanda externa neta al PIB aragonés negativa.

En concreto, las exportaciones de bienes y servicios caen en Aragón un 3,8 %, mientras que las importaciones experimentan un aumento interanual del 5,3 %.

En el tercer trimestre de 2018 todos los sectores productivos de la economía aragonesa presentan de nuevo tasas de crecimiento anuales positivas: un 6,8 % la construcción; un 5 % la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, y un 2,7 % el sector servicios.

Comercio, Transporte y Hostelería, la principal rama del sector servicios, registra un crecimiento del 3,9 % anual en el tercer trimestre y el subsector de las administraciones públicas aumentó un 2,4% anual.

Finalmente, la industria manufacturera registró un crecimiento anual del 1,3%, dato inferior en tres puntos y cinco décimas al registro alcanzado en el segundo trimestre de 2018 (4,8 %).