El efecto de la huelga del tranvía en Zaragoza empieza a diluirse con el paso de los días. Al menos durante el fin de semana pasado, salvo las habituales aglomeraciones en las fiestas del Pilar, tanto las frecuencias de paso como las esperas en las paradas han seguido la tónica esperada. Y ahora el conflicto regresa a los despachos, o a las tensiones entre el Sindicato Ferroviario, que representa a los conductores y convocó estos paros, y la dirección de la operadora de la línea Valdespartera-Parque Goya, Tranvías Urbanos. Ayer, los trabajadores acusaban a la empresa de «boicotear» su protesta «al contrarrestarla contratando a 22 eventuales» para estos diez días de fiestas. Algo que esta negó en rotundo y lo achacó a que «quizá no están teniendo el seguimiento que esperaban» entre la plantilla.

Así, la portavoz de SF, Pilar Fuentes, aseguró que el seguimiento de la huelga en la jornada dominical fue «del 100% de los empleados fijos», mientras que la dirección replicó que había sido «del 50% por la mañana y del 35% por la tarde». Por eso, achacó su responsable, Jorge Aguiar, «se está prestando un mejor servicio al ciudadano y eso se nota en las paradas», algo que celebraba por el impacto que estos paros podrían tener en la movilidad de zaragozanos y visitantes en las fiestas.

Sin embargo, desde el sindicato SF no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados. «No vamos a tolerar que nos boicoteen la huelga a base de contratar a eventuales que han recibido una formación exprés» para ponerse a los mandos del Urbos 3. Lo denunciarán hoy ante la Inspección de Trabajo.