--¿Combina bien la poesía en los bares?

--Muy bien. Todo lo que sea distanciar esa pomposidad de los señores con barba, tan ligada a la poesía, es bueno. Hay gente joven muy interesada en escribir y escuchar.

--En La Rioja lo conocen bien, parece un semillero de poetas.

--Sin duda; hemos notado mayor agitación cultural desde que los universitarios no tienen que desplazarse a Zaragoza o Navarra para estudiar.

--Con varias editoriales; usted gestiona una de ellas.

--Yo gestiono, más que una editorial, una entidad cultural. Ediciones 4 de agosto, que además de publicar libros de poesía, organiza los actos y encuentros del ciclo Agosto clandestino. Pero existe también Pepitas de calabaza, una editorial de un prestigio ya nacional.

--¿Qué hacen en agosto? ¿La otra cara del festival Actual?

--No, exactamente. Actual es un festival estrictamente de música, que antiguamente tuvo un recorrido paralelo con conferencias alrededor de la cultura. Hoy, ya no. Agosto clandestino es la propuesta de sacar la poesía a la calle y en toda La Rioja.

--Hablando de poetas; me da la impresión de que internet es la herramienta perfecta para la vanidad de muchos vates.

--Bueno, los blogs pueden indicar eso, pero yo creo que deben ser herramientas de trabajo, no el reflejo de algo ya finalizado. Esos cuadernos de notas, de los que hablaba Carlos Barral.

--¿No le da la impresión de que existen más poetas que lectores?

--Sí, eso es cierto. Y se nota cuáles son los poetas que no leen. Es un poco llamativo, porque si en cualquier oficio se requiere formación, en la poesía mucho más; hay poetas que muestran en su obra sus propias carencias.

--Usted es editor además de poeta. ¿No fundaría su editorial para publicarse a sí mismo?

--Pues, sí. Pero con el tiempo me he encontrado con la grata sorpresa de que amigos que tienen editoriales me han pedido obra y me la han editado. Eso es muy reconfortante.

--Le voy a decir algo agradable: nunca se consumió tanta poesía como hoy.

--Es cierto. Ahora se lee mucha poesía y además posee un extraño prestigio. La poesía ya no es un género para gente rara. Y algunos músicos han contribuido a difundirla; no solo los cantautores, sino grupos como Extremoduro, que incluyen citas de Machado, por ejemplo. Por eso su presencia en los bares logra normalizar algo que se creía ajeno a esos ambientes.