Las familias tienen claro que la gratuidad de los libros de texto debe ser una realidad. Eliminado, hace seis años, por el Gobierno integrado por PP y PAR, aquel modelo dio paso a la creación de bancos de libros en los centros escolares gestionados y organizados, en su mayoría, por los propios padres. «Surgió la idea, principalmente, por las necesidades que generó la crisis, pero las familias encontraron poco apoyo por parte de la Administración», indicaron desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la escuela pública (Fapar).

El rescate de esa gratuidad, sin embargo, supondría un coste de alrededor de 20 millones de euros para las arcas de Educación, una cantidad inasumible en la actualidad y que ha llevado a la DGA a plantear la creación de un banco de libros como paso previo. Sin embargo, este modelo todavía no se ha impulsado, lo que ha provocado la «decepción» de las familias, que ya han trasladado su malestar a la Administración, a la que, eso sí, le reconocen su «esfuerzo» en el incremento del presupuesto destinado a becas. «Pero las familias no debemos esperar más y se hace imprescindible la recuperación de la gratuidad garantizando la igualdad de oportunidades a todo el alumnado, que pasa necesariamente por que las familias no tengan que asumir costes», sostiene Fapar.