El joven zaragozano de 32 años que murió el domingo en el pico oscense de Petrechema perdió la vida tras patinar con una placa de hielo, golpearse en la cabeza y deslizarse por una rampa de más de 200 metros.

Según explicaron varios allegados del fallecido, identificado como Iñigo Luis Gayarre Madoz, éste había acudido con una veintena de montañeros al valle de Hecho, muchos de los cuales, incluido él mismo, pertenecían al Grupo de Montaña del Stadium Casablanca. "Era una persona con mucha experiencia en el esquí de travesía. Llevaba varios años practicándolo", indicaron dichas personas.

En torno a las dos de la tarde, Ignacio Gayarre, su hermano y un íntimo amigo suyo se separaron del grupo para iniciar la ascensión al pico Petrechema, en el término municipal oscense de Ansó. Una cima de 2.366 metros "no demasiado complicada" --explicaron expertos en montañismo--, pero que posee "una pendiente continuada". Mientras, sus compañeros los esperaban en el refugio de Linza.

El siniestro se produjo en torno a las dos de la tarde, después de que Gayarre pisara una placa de hielo y se golpeara contra una roca. Al parecer, perdió el conocimiento y se precipitó por una pendiente de más de 200 metros, hasta caer por un "peligroso cortado". Fue entonces cuando el montañero perdió la vida, según apuntaron fuentes de la Delegación de Huesca.

Tres cuartos de hora después, el 112 recibió una llamada de alerta. Sin embargo --agregaron los allegados de Gayarre--, el fuerte viento que azotaba la zona impidió realizar la evacuación en el helicóptero de la Guardia Civil (UHEL-41). Por este motivo, los agentes de los equipos de rescate de Jaca y Roncal (Navarra) tuvieron que ascender con esquís, lo que alargó las tareas hasta las 0.30 horas del lunes, cuando el cadáver ya fue conducido al refugio de Linza.

Posteriormente, el cuerpo fue trasladado al hospital comarcal de Jaca, donde se le practicó la autopsia. A última hora de ayer aún no se había llevado a Zaragoza, aunque los actos funerarios se celebrarán hoy en la capital aragonesa.

Los expertos consultados señalaron que los esquiadores de travesía suelen subir las cimas con unas pieles de foca colocadas en la base de las tablas para evitar el deslizamiento. En ocasiones, incluso se apoyan en crampones para ascender.